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Escrutinio/ Ni plus, ni minus

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Vincent
AutorSergio Lujambio

Días atrás nuestro Reforma-Estado reporta la intención de la dirección responsable de las cuestiones de tránsito del Estado de México de reglamentar un cierto tipo de matrículas especiales para aquellas personas que padecen alguna discapacidad.

El propósito evidente es que sean señalados como aquellos que pueden ocupar los cajones de estacionamiento que se reservan en muchos sitios de atención a público, comerciales o de servicios. Además se propone un "engomado" para los familiares de éstos. (Esto para que no los manden, como suele pasar, "a la goma").

El emblema de la silla de ruedas representa a aquellos que tienen una discapacidad de desplazamiento, aunque no necesariamente hay que estar en una de ellas para tener impedimentos.

Realmente loable, aunque habría mucho más que hacer, por ejemplo facilitando la existencia de rampas en todas las aceras del Estado y mecanismos de invocación de semáforo en rojo, en todos aquellos cruceros que lo permitiesen, para bien de éstas personas.

Yo no uso silla de ruedas. Sin embargo más de una vez me he visto tentado a utilizar un cajón de estacionamiento de estos, o a coger el carrito eléctrico del súper para desplazarme en el durante la compra.

No lo hago porque siento que debe haber quien lo necesita más que yo, por una parte, y por otra porque siento una especie de claudicación a hacer el esfuerzo por no discapacitarme aún mas de lo que estoy.

Padezco una extraña característica que se denomina síndrome de Charcot- Marietud. Consecuencia de esta, soy torpe y un poco cojo. A veces más y a veces menos. Me supone una discapacidad para jugar futbol, baloncesto, patinaje artístico, rapeleo, montañismo, danza contemporánea, flamenco, zapateado y otras expresiones deportivas y artísticas, pero no me impide mover el trasero y hacer como que bailo si la ocasión lo requiere, o acudir a trabajar, conducir o subirme al metro.

Mucha fuerza no tengo, pero soy afortunado, pues otros que padecen mi mal están mucho peor. Para mi fortuna recién he descubierto el yoga, que me está ayudando a ser menos tieso, y un poquitín mas fuerte.

A veces...

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