Poder sin límites

AutorOctavio Pineda

Corresponsal

BOGOTÁ.- Con la condena a los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, líderes del Cártel de Cali, ayer se escribió el último capítulo de una de los bandas de narcotráfico más poderosas en Colombia.

Aunque funcionarios de Estados Unidos proclamaron ayer su muerte, en los últimos años el Cártel de Cali había sido prácticamente disuelto.

La organización liderada por ambos hermanos fue sólo comparable en poderío con el también disuelto Cártel de Medellín, del extinto capo Pablo Escobar.

Tras la muerte de Escobar, en 1993, el Cártel de Medellín entró en desbandada y se atomizó, mientras que luego de la captura de los Rodríguez Orejuela, en 1995, el Cártel de Cali echó mano de una sofisticada red de empresas fachada para seguir operando y lavar dinero.

Fue...

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