Poderosas Barrancas
| Autor | Analine Cedillo |
FOTOS: ANALINE CEDILLO
DIVISADERO, Chihuahua.- "Voy a gritar y a decir un montón de groserías", advierte una de las viajeras que se ha animado a recorrer la vía ferrata en el Parque de Aventura Barrancas del Cobre.
El nerviosismo está a flor de piel. El haber "volado" entre los poderosos paisajes de las barrancas en la tirolesa Zip Rider (una de las más largas de México con poco más de 2 mil 500 metros), parece que no fue suficiente preparación para el siguiente reto.
El parque, muy conocido por sus paseos en teleférico, senderos, miradores y circuitos de tirolesas, es una parada obligada para quienes viajan por la región a bordo del tren Chepe Regional y del nuevo tren Chepe Express.
Está situado a un kilómetro de la estación Divisadero, a donde ambos trenes llegan. En el lugar también hay un restaurante y área de acampado.
Varios de los guías de este parque son miembros de las comunidades tarahumara o rarámuri que aquí habitan; también administran una tiendita al interior, ofrecen recorridos en bici de montaña, caminatas guiadas y hay un espacio para que los artesanos vendan sus productos, entre ellos canastos tejidos con fibra de sotol o pino. En la región, hay más de 15 especies de pino y 25 de encino, nos dicen en el parque.
La vía ferrata comienza con una breve tirolesa; después hay que hacer un rapel de casi 50 metros y luego lanzarse de un peñasco a otro colgado de una cuerda, al más puro estilo de Tarzán. Siempre asegurados con cuerdas, cascos y mosquetones.
De principio a fin, los aventureros van acompañados por guías quienes van dando las instrucciones para cada etapa y procuran aminorar el posible miedo de los participantes.
Después del salto de Tarzán, se cruza un puente colgante. Más de una persona pide silencio para poder concentrarse en dar el siguiente paso. Las manos sudan, las piernas tiemblan, el corazón se acelera.
Mientras unos tratan de olvidarse del pánico, otros realmente disfrutan: una pareja se detiene a mitad del puente para tomarse una selfie, quieren tener un recuerdo de la hazaña.
Confían en que tanto ellos como el resto del grupo están seguros bajo la supervisión de los guías.
"¿Te ayudo?", pregunta una viajera a otra que se queda medio paralizada al intentar pasar de una sección de la vía a otra. Cada participante es responsable de cambiar los mosquetones de sitio a lo largo del recorrido para poder avanzar, pero los gestos de apoyo entre los compañeros del grupo son la constante.
Tras cruzar el puente...
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