GLOSAS MARGINALES / Política tributaria (tardía) para la recuperación

AutorEverardo Elizondo

Algunos gobiernos estatales han decidido devolver a los causantes el impuesto sobre la nómina (ISN), como una medida de alivio del impacto económico negativo originado en la infame influenza porcina. La medida es positiva, aunque contempla varias limitaciones (como de costumbre). En todo caso, me parece excesivamente tímida. A mi juicio, lo que se requiere es eliminar del sistema tributario, de una vez por todas, un gravamen que no resiste un análisis serio. En concreto, el ISN no se ajusta a ninguno de los criterios tradicionales de las finanzas públicas y, por tanto, es ineficiente y es inequitativo.

En México, prácticamente todos los estados cuentan con un ISN, cuya tasa es por lo común igual a 2 por ciento. Formalmente, los pagadores del impuesto son los empleadores (los patrones, las empresas). Eso dice la ley, pero la realidad es distinta y más compleja.

Para empezar, la teoría económica señala que cualquier impuesto se puede trasladar, dependiendo de las características de la oferta y la demanda. Esto quiere decir que quizás incide, a fin de cuentas, en un ente económico distinto que el causante original. En condiciones "normales", el ISN es un elemento que aumenta el costo de la fuerza de trabajo para el que la emplea, deprime el salario de los trabajadores y reduce el nivel del empleo -algo totalmente inconveniente en una economía como la mexicana, que se caracteriza por la desocupación involuntaria de la mano de obra. Se trata de un impuesto regresivo, en tanto que incide más en los estratos bajos de ingreso, donde las percepciones originadas en el trabajo asalariado son relativamente de mayor importancia. Desde luego, caben dudas sobre el tamaño de los efectos aludidos. Sin embargo, es incuestionable que estamos hablando de un factor negativo. Lo anterior resulta más significativo si se considera que el ISN es uno más de una larga lista de impuestos y cuasi-impuestos (mal llamados "contribuciones"), cuya base es la nómina.

Es cierto que el ISN es uno de los pocos arbitrios tributarios que les resta a los fiscos estatales en México, pero eso no es razón suficiente para conservarlo. Menos todavía en las críticas circunstancias actuales.

En todo caso, el "problema" se puede resolver mediante una reforma que está al alcance de las legislaturas locales. Me explico. En la actualidad, el impuesto predial es de competencia (es un decir) municipal. En muchas economías del mundo, tal gravamen constituye la base de las finanzas de las...

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