DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Animal salvaje

AutorCatón

Un hombre joven y bien parecido iba en su automóvil por la carretera. Vio en el campo un río de aguas claras -la historia no sucede en México-, y decidió darse un chapuzón en la cristalina y refrescante linfa. Despojose de la ropa, y en birthday suit, como dicen los ingleses, o sea en peletier, se sumergió en las aguas. Gozando estaba de aquella ablución reparadora cuando acertaron a pasar por ahí Celiberia Sinvarón e Himenia Camafría, maduras señoritas solteras. Traviesas, escondieron las ropas del viajero a fin de divertirse con su desconcierto, y también -¿por qué no decirlo?- para deleitarse en la contemplación de sus atributos varoniles. Salió del agua el adónico mancebo, y se sorprendió al no encontrar su ropa. Las señoritas no pudieron contener la risa. El joven, azarado, cogió una vieja tina que vio tirada por ahí y se cubrió con ella la parte más comprometedora de su cuerpo. Himenia y Celiberia se rieron aún más. Les dice el muchacho con enojo: "Si creen ustedes que son unas damas, están muy equivocadas". Le contesta la señorita Himenia: "Y si tú crees que la tina tiene fondo estás más equivocado aún"... (Pobre joven: lo único que hizo al tapar con la tina su parte de varón fue ponerle marco)... Don Senilio Crésez, rico señor, y añoso ya, casó con Pirulina, muchacha joven y avispada. Cuando los recién casados volvieron de su luna de miel, las amigas de la novia le preguntaron acerca del comportamiento de su maduro esposo en el lecho conyugal. Dice ella: "En la cama es como un animal salvaje". "¡A su edad! -exclaman con asombro las amigas-. ¿De veras?" "De veras -confirma Pirulina-. Se hace pipí en las sábanas, seguramente para marcar su territorio"... El juez interrogaba al policía. "¿Dice usted -le pregunta- que arrestó a esta pareja por hacer el amor en un oscuro parque?" "En efecto, señor juez" -confirma el guardia. "Sin embargo -prosigue el juzgador- usted mismo señala que el señor es el esposo de la dama". "Así es -declara el policía-. Están casados, pero eso no lo supe sino hasta que se identificaron". "Y si están casados -vuelve a inquirir el juez- ¿por qué los detuvo?" Explica el gendarme: "Porque cuando les eché la luz de mi linterna los dos trataron...

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