DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Irreconocible

AutorCatón

Don Chinguetas llegó a su casa oliendo a jabón chiquito. Su esposa, doña Macalota, le dijo hecha una furia: "A mí no me engañas: vienes de estar con una mujer". "No es cierto -se defendió él-. Vengo de la oficina". "¡Mientes! -se exasperó la señora-. ¡Estuviste con una vieja! ¡Lo leo en tus ojos!" "Hoy vengo de la oficina -repitió Chinguetas-. Estás leyendo mis ojos de ayer"... El explorador le preguntó al jefe de la tribu africana por qué sus vasallos llevaban un anillo en la nariz. Explicó el hombre: "Lo llevan en señal de sumisión". "Ya veo -comentó el explorador-. Nosotros lo llevamos en el dedo anular de la mano izquierda"... El funcionario dijo en su discurso: "Hace 50 años un hombre musculoso apenas podía cargar en los dos brazos una bolsa con 20 pesos de mandado. En nuestros días un niño pequeñito puede llevar en una mano una bolsa con 200 pesos de mandado. Eso demuestra, señoras y señores, que la población del país es ahora más fuerte"... Meñico Maldotado, infeliz joven con quien la naturaleza se mostró avara en la parte correspondiente a la entrepierna, se iba a casar, y fue con su novia a que les hicieran un examen de salud. Revisó el médico a la muchacha y dijo: "La encuentro bien". Luego revisó a Meñico y dijo: "No la encuentro"... Contaba cierto señor: "Mi esposa y yo hicimos un trato: ella no me compara con los hombres que salen en la revista Playgirl, y yo no comparo sus comidas con las que me hacía mi mamá"... La linda chica de aquel pueblo del Salvaje Oeste terminó de vestirse y luego le dijo al sheriff: "Tendremos que dejar de vernos aquí en la cárcel, Matt. Mi esposo empieza a preguntarse por qué todas las noches me arrestas por robo de ganado"... Pepito le preguntó a su padre: "Papi: ya sé que salí de la pancita de mi mami. Pero ¿cómo entré ahí?" El señor empezó a toser, desconcertado. Pepito advirtió su azoro y le dijo: "No te preocupes, papi. Si tú no sabes la respuesta se la preguntaré a mi mamá"... El doctor Ken Hosanna le confió a un colega: "Voy a divorciarme de mi mujer". Quiso saber el otro: "¿Por qué?" Respondió el facultativo: "¿Has oído ese proverbio según el cual una manzana cada día mantiene alejado al médico? Mi esposa me da a mí una...

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