DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Sexualidad

AutorCatón

Usurino Matatías, sujeto ruin y cicatero, tenía dos hijos y una hija. Cierto día, el mayor de los retoños le salió con la peregrina novedad de que había embarazado a una chica. Los padres de la joven exigían una cierta cantidad como indemnización por el desaguisado. A querer y no el avaro genitor hubo de entrevistarse con el de la muchacha, y le entregó la suma convenida. Pasó un par de meses, y ahora el segundo hijo de don Usurino le dio una noticia similar: también él había puesto a su novia en estado de buena esperanza. Los papás demandaban igualmente una suma de dinero en concepto de daños y perjuicios. Por vez segunda el cutre, mal de su grado, tuvo que dar esa cantidad. Varias semanas transcurrieron, y un día la hija de don Usurino hizo del conocimiento de sus padres que un cierto galancete, vecino de la colonia en que vivían, la había embarazado. "¡Fantástico! -se alegró don Usurino-. ¡Ahora cobramos nosotros!"... En un pequeño pueblo el hijo del carnicero, arrebatado joven, tuvo dimes y diretes con una damisela, a consecuencia de lo cual la interesada quedó en estado interesante. El muchacho, conforme a los usos y costumbres de la localidad, puso tierra de por medio. Se apersonó el padre de la muchacha con el carnicero, y le expuso, violento, su demanda de que el muchacho le cumpliera a su hija la palabra dada. "Ninguna empeñó mi vástago -replicó el de la carnicería-. Si su muchacha hizo lo que hizo fue por su propia voluntad, y sin promesa alguna de por medio". En vano adujo el ofendido padre variados argumentos. El carnicero se mantuvo en sus trece, y aun los aumentó a catorce, para mayor firmeza. "Una cosa le ofrezco -dijo a su visitante-. Estoy dispuesto a dar a usted un kilo de carne cada día para manutención de su hija, hasta que tome estado o encuentre algún mejor destino". El airado señor se sosegó un tanto, y mostró cierto interés en el ofrecimiento, pues rara vez en su casa se comía ese alimento. "¿Qué tipo de carne ofrece usted -preguntó, cauteloso- y de qué precio y calidad?". Respondió el tablajero con franqueza: "No puedo comprometerme a darle T-bone, sirloin, New York, cow- boy, Porter House, prime rib, filete o cabrería, así como...

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