'Los políticos amenazan el Estado laico'

AutorKarla Garduño Morán

La visita de Felipe Calderón al Vaticano para asistir a la beatificación de Juan Pablo II este 1o. de mayo obedece a tres motivaciones: recomponer su deteriorada imagen a través del prestigio del fallecido Papa, congratularse con la jerarquía católica y "la espera de un milagro", considera el sociólogo Bernardo Barranco.

El especialista en religiones descarta que la visita viole los principios de laicidad establecidos en el artículo 130 de la Constitución, como argumentó el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, ya que "responde a una invitación oficial y diplomática".

Sin embargo, Barranco considera que los argumentos utilizados por la Presidencia de la República para justificar la presencia del Calderón en el Vaticano son torpes y contradictorios.

En un boletín fechado el 15 de abril, la Presidencia de la República informó de una visita oficial de Calderón a Perú el 27 y 28 de abril, pero a partir del segundo párrafo se dedicó a informar que también estará presente en el Vaticano el 1o. de mayo.

"El Jefe del Ejecutivo mexicano realizará una Visita Oficial a la Santa Sede para asistir el 1 de mayo próximo a la Ceremonia de Beatificación del Papa Juan Pablo II, a efectuarse en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano. Esta visita es congruente con los principios de laicidad del Estado mexicano y responde a los lazos de amistad y de cooperación existentes entre México y el Estado Vaticano", dice el boletín.

Que se hable de una visita oficial, que se da en el marco de un Estado laico, cuando en realidad se trata de un acto religioso, es el principal elemento de debate, advierte Barranco.

"Es una argumentación torpe, porque el Presidente va a un evento espiritual, a un acto litúrgico, no va a ningún acto de Estado, no va a firmar ningún convenio. Probablemente saludará al Pontífice, pero no tendrá un intercambio. Es decir, es una presencia a un acto litúrgico religioso, más que una visita.

"El Presidente, en tanto jefe de Estado, puede ir a donde quiera en términos de protocolo; el problema es que no lo ha fundamentado bien. El problema no es que no vaya, porque no rompe ninguna ley, sino que el fundamento de a qué va y por qué va, es lo que está torcido", explica.

La visita es una estrategia política ante todo, asegura Barranco, quien afirma que desde 2009 se ha vinculado a la familia presidencial con un grupo evangélico y ultraconservador llamado Casa sobre la Roca, cuyos líderes están en cargos públicos: la diputada federal Rosi...

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