Los políticos... en su tinta

AutorSaúl Santana

El senador no se empacha al decirlo: "en la mesa de un restaurante se revisan más minutas legislativas que en las mismas Cámaras de Diputados y Senadores", reconoce el comensal del PRD Jesús Ortega, ubicado en la mesa más esquinada y profunda de El Cardenal, restaurante vecino a la Alameda central.

Restaurantes como El Cardenal, el Salute!, en las Lomas; Entre Vinos, en Polanco; El Taquito, sucursal Uruguay, o La Chimenea en el Camino Real, han desplazado a los salones de Xicoténcatl y San Lázaro para dirimir diferencias partidistas...

Se trata de una lista casi secreta de restaurantes donde los legisladores y otros políticos hacen de la ideología un menú: en el mismo El Cardenal, el senador Enrique Jackson gusta de la lengua de res y pecho de ternera.

Andrés Manuel López Obrador almorzaba al menos una vez por semana para recuperarse de las desmañadas. Ahora, en pleno desafuero, suele declinar el menú habitual de los clientes por un guiso muy intimista. El personal de cocina ya lo conoce. Y como saben de su carisma y origen le ofrecen arroz con plátanos.

"(El) Peje es muy terrenal", señala uno de los tres capitanes del lugar. "También le gustan los fideos", agrega.

Claro, "para los corajes de los videos y desafueros: los fideos", remata el capi.

En lo único que coinciden López Obrador y Cuauh-témoc Cárdenas es en la afición por la comida mexicana de este lugar que cuenta con dos sucursales, la de San Ildelfonso (que hoy está en la calle de Palmas) y la de la Alameda. Ambos son tratados por el chef Jesús Chico Briz.

Rosario Robles también era cliente de El Cardenal de San Ildefonso, pero los cambió por los restaurantes de la Avenida de la Paz. Si no que confirmen los comensales y directivos del Blu, donde gusta cenar platillos bajos en calorías. Faltaba más.

Y sino que pase a tribuna el senador mexiquense, César Camacho Quiroz, que es también cliente frecuente del Blu y que, a su vez, suele compartir mesa con el gobernador Arturo Montiel. Que no mientan, sus señorías: ambos prefieren guisados caldosos. Nunca piden tacos al pastor, por supuesto y por disciplina, claro.

Igual se sabe que en la tribuna parlamentaria el senador panista Diego Fernández de Cevallos y el priista Manuel Bartlett Díaz a punto han estado de llegar a los golpes, pero en El Cardenal de San Ildefonso casi se abrazan al compartir la mesa, la sal y el habla. Ambos se atragantan que da justo.

Justo es decir que el panista lleva sus propios puros. Y cuidado si algún mesero...

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