Posverdad: Otra forma de mentir

AutorOctavio Ortega

La posverdad, un fenómeno basado en difundir mentiras en internet vía las redes sociales, y modificar las percepciones de la realidad, es una patología para la cual no se vislumbra una cura inmediata, advierte el antropólogo Roger Bartra.

"En la medida en que las redes sociales se extiendan más, el espacio de la mentira y de la posverdad va a seguir creciendo", augura.

Académico e investigador, estudioso de los fenómenos sociales, Bartra explica que la condición viral de la posverdad sí se puede frenar, pero dependerá de los usuarios.

"Es posible que el cuerpo social pueda generar anticuerpos. La metáfora de lo viral viene muy a cuento: ¿cómo se combaten los virus? No con antibióticos, es el propio cuerpo el que genera la protección; son especies de vacunas. Tarde o temprano las sociedades van a ir vacunándose de estas epidemias virales infecciosas, que contaminan tanto a la cultura como la política", resalta.

Durante cinco décadas, Bartra ha estudiado los fenómenos sociales desde la etnología, una ciencia que compara los comportamientos de diferentes culturas para elaborar diagnósticos. En este caso, su dictamen es que la comunicación en internet padece el virus de la mentira.

Miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, el autor de Las redes imaginarias del poder político (1996) ha escrito tres docenas de libros en los que ha analizado desde el marxismo, la religión, la democracia, el poder y la cultura.

En 2014, escribió Digitalizados y apantallados, en el que resaltó que a pesar de vivir en la era de la información, en la sociedad mexicana ha dominado el analfabetismo funcional.

El académico e investigador de la UNAM argumentó en ese texto que parte de los problemas del país se presentan porque sólo el 5 por ciento de la población se mantiene como lectores habituales de libros. Ese país de no lectores permite que el virus de la posverdad se pueda esparcir.

"El hecho de que haya una sociedad funcionalmente analfabeta en su mayor parte contribuye a que la microlectura, la lectura de tuits, mensajes cortos, sea mucho más influyente. Está el terreno abonado para que estas llamadas posverdades fructifiquen y crezcan, porque encuentran terreno fértil en la ignorancia de la gente", detalla.

En su diagnóstico, añade la poca capacidad de reflexión de los usuarios de las redes ante la información que reciben.

"Hay demasiadas personas que no reflexionan, que no tienen una base cultural, ni lecturas suficientes para reflexionar y tomar decisiones en función de los conocimientos que han adquirido a través de lecturas y de programas de televisión y el cine, y eso ocasiona el problema que tenemos", puntualiza.

VIRUS INCUBADO

El 15 de noviembre de 2016, siete días después de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el Diccionario de Oxford postuló el término "posverdad" como palabra del año.

Según la publicación, la posverdad se presenta cuando "los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales".

Al hacer el anuncio, el diccionario precisó que el concepto tiene más de una década de utilización para identificar un problema. En este caso al añadir el prefijo, "pos" no se alude a un tiempo "transcurrido después de una situación o un acontecimiento determinado", como cuando se habla de la posguerra, sino cuando los acontecimientos pertenecen "a un tiempo en el cual el concepto especificado (verdad, en este caso) se ha vuelto insignificante o irrelevante".

Bartra, autor de La democracia ausente (2009), considera que en la sociedad se tiene la idea de que los políticos son...

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