PRD: ¿Nueva etapa?

AutorOctavio Ortega

FOTO: ROBERTO ANTILLÓN

Las oficinas de Carlos Navarrete, en la colonia Roma, no dejan de recibir gente. Atiende a grupos del partido y responde a decenas de entrevistas. Es la dinámica de quien se perfila, y se ve a sí mismo, como el próximo dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática.

El pasado 7 de septiembre, en la elección interna en que se renovaron consejeros nacionales, Nueva Izquierda y las corrientes afines a los llamados Chuchos consiguieron un 70 por ciento de los votos. Sus opositores se dividen el 30 por ciento restante.

Navarrete presume que el porcentaje que consiguieron las tribus que lo apoyan le asegura que el próximo 5 de octubre será electo dirigente nacional y que esta vez no será necesario negociar con los Bejaranos para afianzarse en el cargo.

"Tengo más posibilidades de llegar al 5 de octubre con un porcentaje mayor al de mi coalición, a que ellos me quiten consejeros. Es decir, aspiro a ser elegido por más del 70 por ciento del Consejo Nacional", afirma.

Navarrete no usa en esta entrevista la corbata amarilla característica en los perredistas, sino roja, que resalta con una impecable camisa blanca. Proyecta una imagen distinta a la de los años de operador electoral, siempre en la línea de fuego; pasaría, incluso, por un ejecutivo o un tecnócrata sometido a largas jornadas de media training, pero su rostro brilloso lo evidencia acalorado por el ajetreo del día. Navarrete conserva reflejos y hábitos de coronel, aunque esté a un paso de convertirse en general. Es notorio que él personalmente operó la elección del 7 de septiembre; habla con entusiasmo de su inminente triunfo y anticipa que no habrá fracturas entre las tribus, pues el reparto de posiciones ya está asegurado.

El 5 de octubre, explica, el Consejo se reunirá y elegirá al presidente, al secretario general y al gobierno del partido. Quien logre el 60 por ciento de los votos tendrá las dos posiciones principales. Los cargos del Comité Ejecutivo Nacional se determinarán según la proporcionalidad de los votos de cada corriente.

"No es necesario proponerles un acuerdo, ellos están en el acuerdo de integración. Lo único que hay que acordar es a qué carteras van. ¿Cómo se va a integrar a cada quién?, pues, en la medida de sus proporciones", detalla.

Pero no es sólo la cifra del 70 por ciento ni el reparto lo que le da confianza, sino las reuniones con dirigentes de otros grupos. Navarrete ha tenido contacto con Marcelo Ebrard y Cuauhtémoc Cárdenas en las últimas semanas y en su entorno se habla de un acuerdo para llegar sin rupturas al cambio de dirigencia.

Líderes con peso actual, como Luis Miguel Barbosa y Carlos Sotelo, han dicho que, en caso de que se presentara Cuauhtémoc Cárdenas a contender por la dirigencia, podrían darle su respaldo; sin embargo, Navarrete desecha la postulación del fundador del partido.

"Ellos saben y yo sé que el ingeniero no está en esta disputa. Los juegos de espejos son otra cosa", refiere.

Hace 15 años, Cuauhtémoc Cárdenas le cerró una puerta a Navarrete. En 1999, se perfilaba que Jesús Ortega se acompañaría de Navarrete para enfrentar a Amalia García y Alejandro Encinas en la contienda por la dirigencia nacional y la secretaría general del PRD, pero Cárdenas no estuvo de acuerdo y Ortega tuvo...

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