El precio de la independencia
| Autor | Daniel Barrón Rodríguez |
En 1999, Conaculta realizó un catálogo de revistas culturales, en el cual registró alrededor de 300 publicaciones procedentes de toda la República; a siete años de la publicación de ese documento realizado por William Rodríguez, la utilidad del catálogo es escasa, pues en este periodo han desaparecido muchas publicaciones y surgido otras. Así, resulta casi imposible llevar un registro al día de las revistas culturales en México, porque éstas nacen y mueren constantemente.
Existen apoyos gubernamentales para que las revistas independientes puedan seguir trabajando, pero el apoyo no tiene otro interés que el de difundir estas revistas.
Editadas a lo largo del País, las revistas entregan en cada número un sinfín de poesía, cuento y ensayo, los géneros canónicos de la revista cultural, y sean malas o buenas, todas parten del mismo principio: más que crear una revista cultural, buscan formar un grupo.
Sin embargo, generalmente las publicaciones suelen ahogarse en la dispersión, en voces que no encuentran resonancia ni siquiera de su propio medio.
Este es el caso, sobre todo, de las revistas de la provincia mexicana, que no pueden ni quieren competir entre ellas ni con otros medios, y son, la mayoría, revistas para los "cuates" que se contentan con obsequiar ejemplares a escuelas; sólo buscan cumplir con publicar textos. Ninguna tiene la intención de ser coleccionable (excepto las de arte, que están más cerca de ser catálogos que revistas), y se parecen más a una cartelera literaria que ofrece productos que a una publicación que fomenta la creación.
Con apoyo gubernamental
Desde su creación, el programa Edmundo Valadés ha otorgado alrededor de 170 apoyos entre revistas del DF y de diversos Estados.
En la reciente emisión fueron apoyadas 24 revistas, con un monto de hasta 114 mil pesos.
El Valadés se otorga a proyectos viables, que busquen promover la literatura mexicana joven, y está convocado por Conaculta, a través del Fonca, el INBA y el Programa Cultural Tierra Adentro, organismos que dividen en tres categorías a los participantes, explica Enrique Romo, al frente del Programa Cultural Tierra Adentro.
Las revistas de los Estados pueden no tener grandes nombres entre sus páginas; pero las del Distrito Federal deben tener una línea editorial más o menos precisa; por ello, el 90 por ciento de las revistas de los Estados son elementales y ambiguas, publican lo bueno y lo malo, sin hacer ninguna distinción. Mientras que las del DF se esfuerzan por competir con revistas mucho más logradas, con un perfil más claro y ya con un lugar entre el público lector.
Los requisitos para competir por el apoyo son mínimos: "Contar por lo menos con dos números ya publicados o un año de existencia, para las primeras dos categorías; y tres números o un año de existencia para la última categoría".
De esta manera, si las revistas son trimestrales o van por estaciones, es fácil cumplir con el requisito.
Es importante señalar que el apoyo no tiene (o no lo establece en su convocatoria) ningún criterio de...
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