Presupuesto 2017, última oportunidad

AutorEnrique Cárdenas

Director Ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias

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El diseño del paquete económico para 2017 por parte del gobierno federal confirma la misma intencionalidad declarada de los últimos años. Su propósito ha sido, a lo largo de toda esta administración, buscar aumentar la actividad económica, mantener la estabilidad de precios y de nuestras transacciones con el exterior. Lamentablemente, no lo ha logrado.

Este gobierno inició haciendo una serie de reformas estructurales -a través del Pacto por México- de gran importancia, envergadura y dificultad política. Se esperaba que algunas de estas reformas, como la de telecomunicaciones, la energética y la fiscal, permitirían aumentar la actividad económica y el bienestar de la población unos meses o años después de aprobadas. Siendo reformas tan complejas, era menester implementarlas con efectividad y destreza para que brindaran los resultados esperados: mayor oferta de contenidos televisivos; menores precios de servicios de telefonía, internet y televisión de paga; electricidad más barata y grandes inversiones en Pemex que permitieran su despegue como una "empresa productiva" del Estado. En el ámbito fiscal, se apretó en la efectividad de la recaudación, se modificaron algunas tasas del Impuesto Sobre la Renta y el IVA en las zonas fronterizas, pero no se generalizó el IVA a alimentos y medicinas. En el gasto, se propuso aumentar la inversión productiva y alentar la inversión privada como resultado de las reformas.

Para impulsar la economía mediante el gasto público, y específicamente la inversión, se propuso aceptar un déficit fiscal que elevaría el nivel de deuda, pues la reforma fiscal tal como se había aprobado, perduraría hasta el final del sexenio. No habría más impuestos.

Los resultados han sido, hasta ahora, parciales y se han quedado cortos respecto de las expectativas de la gente... y del mismo gobierno. La economía no ha crecido como se esperaba, por tanto el ingreso público tampoco, y como el gobierno no ha querido ajustar el gasto, en medio de demandas crecientes de pensiones y la caída del precio del petróleo y su volumen de producción, el déficit público ha sido la constante de todo el sexenio. Esta historia de proyectar un crecimiento mayor de la economía que el realmente obtenido ha ocurrido año con año. La recaudación fiscal sí ha aumentado significativamente, incluso más que lo previsto. En el camino, la Secretaría de Hacienda ha...

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