PRI: la evolución del dinosaurio

AutorJoy Langston

¿Cómo ha cambiado la estructura del PRI a más de 10 años de perder la Presidencia?, y ¿cómo se puede transformar el partido después de una posible victoria en las elecciones presidenciales de 2012? Muchos analistas aseguran, erróneamente, que el PRI no ha cambiado desde su derrota en las elecciones presidenciales del 2000. En términos de su estructura básica -las líneas de autoridad que guían el actuar de la organización- el PRI ha cambiado en forma radical desde el final de la hegemonía. Antes, lo que era un partido fuertemente centralizado, cuya autoridad descansaba en la figura del Presidente, ha sido transformado -gracias a las luchas intra e interpartidistas de los noventa y de los últimos años fuera del poder- en un partido con dos bases de autoridad: los gobernadores priistas y los líderes del Comité Ejecutivo Nacional (y a veces los líderes parlamentarios). Es un partido con fuerte liderazgo cuyas bases están en los estados.

Tanto los gobernadores del tricolor como los líderes del CEN gozan del control sobre recursos políticos con fuerte impacto en las carreras de los políticos profesionales, en un mundo sin reelección consecutiva. Estos recursos incluyen el control sobre la selección de candidatos, dinero y otros bienes para las campañas electorales, y puestos en la burocracia ejecutiva estatal (sobre todo los gobernadores). Uno de los grandes logros de los últimos 10 años ha sido la capacidad de los líderes nacionales del partido de encontrar una forma de cooperar con los gobernadores del tricolor. El PRI ha evitado muchas rupturas (no todas, por supuesto) con un acuerdo condicional entre el CEN y los gobernadores; esto significa que siempre y cuando el otro no haga trampa, el primero sigue cooperando. Con la excepción de las rupturas alrededor del ex líder del CEN y ex candidato Roberto Madrazo, los gobernadores priistas y sus líderes nacionales han logrado una cooperación bastante duradera porque ambos necesitan del otro para sobrevivir y prosperar, a la vez que ambos controlan sus propios recursos, lo cual hace menos fuertes las razones para entrar en conflicto con el otro.

Esta nueva organización bicéfala del PRI es importante por varias razones: la primera es porque los acuerdos importantes tienen que hacerse entre dos, aunque la balanza ya está cambiando con la fuerza del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. La segunda: si el PRI sigue ganando gubernaturas, va a seguir dominando en las elecciones federales...

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