El PRI como fuente de inspiración

AutorOctavio Ortega

Después de años de militancia, el partido se ha fijado en Juan Vargas y lo ha designado presidente municipal interino. Al recibir el nombramiento, un representante del gobernador aconseja al nuevo alcalde utilizar la ley a su conveniencia y recordar que en este país: "¡El que no transa no avanza!".

Vargas, interpretado por Damián Alcázar en La Ley de Herodes, es un priista al que se le encarga "concretar los ideales de la Revolución" en San Pedro de los Saguaros. Ante la oportunidad, el edil ejerce el poder de la única forma que conoce: saquea los recursos simulando llevar la modernidad al pueblo que gobierna.

La historia ficticia de Vargas se desarrolla en el sexenio de Miguel Alemán (1946-1952) y no es casualidad que Luis Estrada estrenara la cinta casi medio siglo después, en 1999, un año antes de la primera derrota del PRI en unos comicios presidenciales.

En la pantalla, Vargas encarnó el estilo priista de ejercer el gobierno que, en la realidad, tiene sus protagonistas en los ex gobernadores Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge. Cambian los nombres, los cargos y las épocas, pero ficción y realidad muestran el mismo binomio: políticos y corrupción en el PRI de siempre.

La creación artística ha servido para retratar al partido tricolor y, de paso, entender al sistema político mexicano.

Octavio Paz sentó las pautas en El ogro filantrópico (1979): "Nadie puede entender a México si omite al PRI", escribió el Nobel de Literatura, quien detalló la integración sistema-PRI-partido-de-Estado.

"El Estado postrrevolucionario completó su evolución con la creación de dos burocracias... La primera está compuesta por administradores y tecnócratas; constituye el personal gubernamental y es la heredera histórica de la burocracia novohispana y de la porfirista. Es la mente y el brazo de la modernización. La segunda está formada por profesionales de la política y es la que dirige, en sus diversos niveles y escalones, al PRI. Las dos burocracias viven en continua ósmosis y pasan incesantemente del Partido al Gobierno y viceversa".

Paz también describió a los gobiernos del PRI como un sistema gigante que requiere millonarias cantidades de dinero para poder regalar las sobras de lo que recauda a los que menos tienen. De paso, con esas dádivas los premia y los castiga.

En Instrucciones para vivir en México (1990), una recopilación de artículos de Jorge Ibargüengoitia (1928-1983), se explica cómo fue que el PRI se posicionó como figura paterna en la...

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