Un primer paso

AutorRubén Romero

Una misma carga de entrenamiento tendrá un efecto muy diferente en un hombre de 45 años que en uno de 18.

Pero, si además de la diferencia de edad, el hombre mayor vive sometido al estrés, su genética no le favorece y su condición física es pobre, la brecha en el efecto del entrenamiento entre ambos será distante.

Conocer los efectos del entrenamiento sobre el organismo es un importante primer paso necesario para lograr un buen desarrollo en la condición física de un corredor.

La clave para obtener un buen resultado estará en mantener un balance entre el esfuerzo y la recuperación que indique el programa que se siga.

Cuando se somete al organismo a un esfuerzo adecuado y se le da la recuperación suficiente, la capacidad física aumenta. Aquí la clave, y quizá lo más ambiguo, será definir qué es lo adecuado para cada quien.

Para que el esfuerzo al que se somete al organismo sea de provecho debe alcanzar cierto nivel de intensidad mínimo.

Pero ese nivel de esfuerzo llega a tener efectos destructivos, que, si bien pudieran considerarse mínimos, deben recibir la recuperación suficiente para aumentar la capacidad física del organismo.

¿Cuáles son los efectos del entrenamiento sobre el organismo?

Uno de los primeros efectos del entrenamiento intenso es lo que en el idioma Inglés se conoce como D.O.M.S. (Delayed Onset Muscle Sindrome), que consiste en lesiones microscópicas que ocurren cuando el esfuerzo alcanza cierto nivel, que muchas veces podrá estar dentro de lo indicado.

No se trata de lesiones graves: Se perciben como dolores musculares leves que deben atenderse para evitar que se conviertan en problemas mayores.

Pero eso...

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