Primeros bocados

AutorGeorgina Montalvo

La Confederación Nacional de Pediatría de México define la ablactación como la introducción de alimentos diferentes a la leche materna y advierte que la tendencia es iniciarla hacia mediados del primer año de vida. La razón: antes de esa edad órganos como el estómago y los riñones no están completamente maduros y no pueden procesar debidamente azúcares, lactosa o almidones.

Aunque les parezca exagerado, si como padres quieren alejar a su bebé del riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, en cuanto deje la leche materna deben limitarle el consumo de alimentos con altas cantidades de azúcar y harinas refinadas.

La explicación para esta recomendación, en la que convergen organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y nacionales, como la Secretaría de Salud, tiene un origen científico.

"En el primer año de la vida se debe evitar el consumo de bebidas endulzadas, particularmente con azúcar o fructosa, y evitar todo tipo de bollería (como panes, galletas) porque estos dos tipos de alimentos pueden promover una tendencia y una preferencia gustativa hacia alimentos altamente energéticos y que después podrían provocar en el niño una tendencia por esto y hacer que evite el consumo de alimentos saludables", explica Arturo Perea, pediatra del Instituto Nacional de Pediatría (INP).

"Justo este momento (cuando se deja la lactancia materna exclusiva) es crucial para la formación de hábitos de los niños y niñas, ya que es cuando ellos están aprendiendo a degustar alimentos, a distinguir sabores, texturas, aromas y colores.

"Si desde bebé lo acostumbras a sabores muy intensos, entonces se empieza a atrofiar el gusto, y si tiene un gusto por alimentos intensamente dulces, difícilmente va a aceptar uno que no empate con ese sabor tan intenso", señala Xaviera Cabada, nutrióloga de la organización civil El Poder del Consumidor (EPC).

"En la actualidad ya se observa una tendencia a ciertas preferencias en los preescolares, en dónde casi el 40 por ciento de la energía que consume un niño proviene de productos industrializados", indica el documento La Alimentación Industrializada del Lactante y el Niño Pequeño, de EPC.

De hecho, agrega Perea, coordinador de la Clínica para Adolescentes en el INP, existe un proceso llamado "programación metabólica y gustativa" que tiene tres momentos importantes: la gestación, la lactancia materna y la etapa de alimentación complementaria o ablactación.

"Existe evidencia de carácter científico de que lo que...

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