Los primeros Pasos

En la sociedad azteca se penaba con severidad el abuso de las bebidas embriagantes y no existía una clase social que lucrara con el alcohol, como sucedió después de la llegada de los españoles, cuando la venta de licores llegó a ser uno de los más fuertes ingresos para la corona española y un excelente negocio para los particulares.

El maguey era cultivado por los aztecas para su uso particular, lo utilizaban para beber su producto en sus hogares y si acaso lo vendían, era en muy pequeñas cantidades y generalmente con fines medicinales. Sin embargo, en la sociedad colonial las cosas cambiaron, ya que el comercio con el pulque se convirtió en un negocio muy lucrativo.

Durante poco más de 8 años, tanto indios como españoles participaron activamente en el comercio de alcohol, hasta que los informes recibidos en España desde las tierras conquistadas, comenzaron a ser preocupantes, por lo que se decidió reglamentar la venta de vino y de licores.

Hasta aquí, el negocio del pulque se llevaba a cabo en pequeño: se vendía en las casas, en las esquinas, en las calles. Casi cualquier persona podía hacer el pulque y venderlo como mejor le pareciera, a veces libremente y otras clandestinamente, dependiendo del criterio del virrey que gobernaba. Cuando el negocio llegó a beneficiar al rey y a los grandes productores, se dispuso que las bebidas únicamente embriagantes se consideraran como prohibidas, y las no exclusivamente embriagantes como el pulque y el vino tinto, se reglamentara su venta.

El virrey Luis Enríquez de Guzmán, conde de Alva de Aliste, señaló cincuenta puestos para expender el pulque; y en éstos, los que los manejaban colocaban mujeres para su expendio; ahí ponían música, permitían bailes y vendían comida, de tal manera que se llevaba a cabo un auténtico festejo.

Además del pulque, la gente de entonces se embriagaba con aguardiente de caña, al que se le daba el nombre de chinguirito; bebida que se fabricaba en los montes, barrancas, carrizales y otros lugares ocultos, con la mezcla que se desperdicia al clarificar el azúcar.

Los chiringuiteros fueron perseguidos durante mucho tiempo, la venta del aguardiente de caña estaba terminantemente prohibida y, sin embargo, muchos hacían negocio con esto. Así que...

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