El Príncipe del estudio

PEOPLE WEEKLY MAGAZINE

En la víspera de su arribo a la Universidad St. Andrews de Escocia, el Príncipe Guillermo de Gran Bretaña emitió una advertencia: "La gente que trata de aprovecharse de mí y obtener una parte de mí", declaró en una entrevista oficial, "la detecto rápidamente y me alejo de ella".

Su majestuoso "colmillo" fue puesto a prueba rápidamente. Mientras el futuro rey de 19 años de edad charlaba con unos amigos una noche en un bar de la localidad, una estudiante que iba pasando agarró una parte del principesco trasero. De inmediato, Guillermo le lanzó a la joven una mirada de agudo desdén.

"El no se impresionó", dice un estudiante de cuarto año que estaba presente.

Aparte de las estrategias para llamar su atención, el encuentro ilustra el dilema que confronta Guillermo, de 19 años de edad, mientras trata de balancear su deseo de mantenerse en el anonimato con su popularidad tipo estrella de rock.

Aclimatarse a la vida universitaria resulta engañoso para la mayoría de los alumnos de primer ingreso; para un monarca aprendiz puede ser un "real" dolor. La cuestión para Guillermo es qué tan bien se adapta sin hacer ruido cuando claramente él sobresale tanto.

"Estoy seguro de que será difícil", afirma Peter Archer, corresponsal de la realeza de la Press Association de Gran Bretaña. "Sigue siendo un joven reservado y, a veces, sumamente tímido".

Cauteloso también. "Está consciente de que es explotado y quiere evitarlo", agrega Archer. "Cree que su madre sigue siendo explotada, y muchas de sus acciones están basadas en lo que le sucedió a Diana".

Es difícil culparlo. A los pocos días de la llegada de Guillermo a la escuela, un equipo de filmación enviado por su tío, el Príncipe Eduardo, fue el primero en violar el acuerdo no escrito de la prensa británica de mantener a los periodistas alejados del campus.

"Lo último que alguien esperaría", dice el autor de la realeza Brian Hoey, "es que el acuerdo de caballeros fuera roto por su propia familia".

En las semanas que han transcurrido desde que iniciaron las clases el 24 de septiembre, el heredero - a quien se le conoce por el nombre de Guillermo Wales en el campus y, a diferencia de su padre, el Príncipe Carlos, pide que no le llamen Príncipe o Sir- ha tratado de vivir como cualquier otro novato en la universidad de 590 años de antigüedad.

Duerme en un dormitorio de la universidad y hace sus compras (aunque con su inseparable guardaespaldas) en el supermercado Tesco's en el centro del pueblo de St. Andrews (de 16 mil habitantes).

Asiste a conferencias con hasta 200 estudiantes más. Las primeras horas de la noche se las pasa leyendo o paseando con compañeros junto a medio litro de cerveza (la edad para beber en Gran Bretaña es de 18 años, lo cual hace que sea legal para él) en el Westport, Ma Bells u otros bares cercanos al campus.

A pesar de su vida no tan pública, las filas afuera de los lugares de...

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