Las prioridades del PRD

AutorMagda Hinojosa

El estatuto aprobado por el VIII Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática era intrínsecamente antidemocrático en su limitación de candidaturas y discriminatorio hacia mujeres en lo particular.

Ese estatuto, el cual originalmente establecía que para ser candidato no se debe ser "cónyuge, concubino o pariente consanguíneo, por afinidad, en línea recta u horizontal hasta el segundo grado de los titulares en ejercicio de los cargos de elección popular que aspira a suceder", limita el derecho constitucional de ser votado. En su redacción original, permite la situación de un individuo que injustamente predetermina la capacidad de ser votado de otro individuo, basado en una calidad arbitraria. También amplía la legislación anti-reeleccionista a los miembros de una familia, tratando a maridos, esposas, padres e hijos como una sola entidad política y no como individuos independientes.

El supuesto que hace el estatuto del PRD es que esos individuos, quienes casualmente son familiares del político en el poder, no están calificados por ellos mismos para el oficio político. Ignora la posibilidad de que los familiares del político puedan tener un verdadero talento para el gobierno, en tanto que implica que el titular estará trabajando tras bambalinas, como un titiritero político.

Hay dos razones importantes por las cuales los parientes políticos es probable que tengan éxito en la política. La primera es que ellos heredan el reconocimiento de nombre y el aparato político en funcionamiento. La segunda es que su medio ambiente doméstico es probablemente uno en el que las políticas se discuten rutinariamente y se consideran un esfuerzo respetable. El estatuto del PRD encuadra en el daño potencial hecho por la primera de esas razones, mientras que no hace caso a lo segundo.

Las reglas internas del PRD dictan que el partido no discriminará "por motivo de sexo, pertenencia étnica, orientación o identidad sexual, creencias religiosas y personales, estado civil, condición económica, social o cultural, lugar de residencia u origen, o por cualquier otro de carácter semejante". Así, además de violar la Constitución, el nuevo estatuto ignora las propias pautas del partido.

Más allá de su discriminación, basada en el estado civil o la sociedad doméstica, el estatuto destruye el espíritu de las reglas antidiscriminación del partido por un injusto cercenamiento de la capacidad de competir en el oficio político, debido a una conexión sanguínea con el...

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