'De la prisa al río revuelto'

AutorMayolo López

La terca realidad toca la puerta del Casino Militar, se instala en la primera jornada del año de los diálogos por la seguridad y, contundente, se enseñorea a la vista del Presidente Felipe Calderón.

Inclemente, la realidad vomita cifras espeluznantes: 15 mil 273 ejecutados en 2010; se condensa en "partes de guerra" y se derrama en "río revuelto" en beneficio de la delincuencia.

El propio Presidente no puede desentenderse de lo duras que están las cosas y él mismo recoge la angustia de Laura Elena Herrejón, del Movimiento Pro-Vecino, que acaba de visitar Acapulco: "a sus hijos antes les ofrecían agua de coco y ahora les ofrecen coca...".

Entrampado en su tozudez, Calderón respinga cuando el especialista regiomontano Miguel Treviño le pide cuentas por haberse envuelto en la bandera de la "guerra contra el crimen".

"Yo no he usado (...), yo no lo elegí el concepto de 'guerra'", acota el Mandatario, que a mitad de camino, ciertamente, dejó de usar esa expresión, aunque tiempo atrás sí apeló al ahora incómodo concepto.

"Dije que costaría recursos económicos y ya estamos aumentando significativamente esos recursos; esto es, en cierto sentido sí es una guerra: las guerras se ganan así", sostuvo durante una entrevista televisiva el 1 de diciembre de 2008.

"Si queremos ganar esta guerra, tenemos que trabajar juntos, como socios", propuso en Nueva York el 24 de septiembre de 2008, durante una cena con empresarios de la Asociación de Política Exterior.

Calderón le sugiere a Treviño "revisar todas" las expresiones públicas que ha dejado sobre la mesa. "Yo he usado permanentemente el término...

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