Producción artesanal
| Autor | Tonatiúh Rubín y Abel Vázquez |
Desde hace seis años, maestros artesanos de diferentes entidades del País imparten cátedra a estudiantes de Diseño de la Ibero Ciudad de México.
Para comprender su cultura y sus técnicas, jóvenes inscritos a carreras afines forman equipos multidisciplinarios. Posteriormente, visitan la comunidad elegida durante tres o cuatro días.
Los alumnos aprenden cómo es el bordado, el uso del telar de cintura o el deshilado, explica Cynthia Gómez, coordinadora de Proyectos Vinculados del Departamento de Diseño de la universidad.
"Tenemos que darle el valor a todas estas técnicas milenarias, que son parte de nuestra cultura".
A partir de este nuevo conocimiento, el objetivo es llevar a cabo un proceso de co-creación, es decir, que tanto estudiantes como artesanos colaboren en el desarrollo de un producto.
Por ejemplo, con la comunidad indígena de Dongu Puerto de Acambay, Estado de México, los estudiantes hicieron "Zäna" ("Luna" en otomí), una cuna para bebés que se convierte en un banquito al voltearla.
El producto final pertenece a la comunidad, enfatiza Gómez, pues fue hecho a la medida de las necesidades, propuestas y disponibilidad de materiales de sus habitantes.
"En colaboración con ellos, se escoge el producto que ellos puedan fabricar y se queda con la comunidad para impulsar su economía", cuenta.
Este año, la pandemia del Covid-19 no detuvo el ejercicio: a través de Zoom, continuaron en contacto.
Desde Venustiano Carranza, una pequeña ciudad de Chiapas, las maestras artesanas desarrollan una línea de ropa, juguetes y escaparates codo a codo con los alumnos.
Con vecinos de San Antonio Juárez, una localidad de Puebla, crean objetos de palma de alto nivel que se comercializarán en tiendas exclusivas.
"No estamos hablando de objetivos y de técnicas solamente, sino de personas. Podemos generar un México mucho más equilibrado, solidario y colaborativo", comenta Gómez.
A través de la co-creación, la Ibero impulsa el combate a la apropiación cultural.
Lo anterior ocurre cuando un miembro de una cultura dominante hace uso de una expresión tradicional y la utiliza en un nuevo contexto, sin contar con autorización, mencionar su origen ni proporcionar una compensación por su uso, señala la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI).
"No puedes tomar los bordados de una comunidad sin que lo consultes con la comunidad y los hagas partícipes del producto que estás diseñando.
"La visión que tiene la universidad es que el alumno nunca va a modificar...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba