Profesionista y MAMÁ

AutorGeorgina Montalvo

La llegada de los 35 años puede ser para algunas mujeres profesionistas el momento para plantearse la gran pregunta: ¿quiero o no ser mamá?

"Cuando una mujer se desarrolla profesionalmente o en niveles de alto mando, se siente con la presión de 'O hago mi vida profesional o soy mamá'; asumen que no se podría combinar", comenta Maribel Nájera, psicóloga del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia (ILEF).

Socialmente se sigue transmitiendo la idea de que es mejor que la madre dedique todo su tiempo al cuidado de los hijos, por lo que quienes valoran tomar ese rol temen que sea necesario abandonar su proyecto de vida.

"No podemos negar que es a ella a quien se le ha asignado el estar más cerca a los hijos, educarlos, vigilar su desarrollo, su salud, y esto no va aparejado con un trabajo de tiempo completo", indica la psicóloga.

Sin embargo, "con una buena planeación y bastante sentido común, no hay razón para que su carrera profesional no florezca mientras se convierte en madre", refiere el libro Concepción y Embarazo Después de los 35, de Laura Goetzl y Regine Harford (Editorial Norma).

Temores

Aunque cada caso es único, la decisión de enrolarse en la maternidad suele requerir varias reflexiones porque las mujeres consideran otros aspectos, dice Nájera.

Por ejemplo, si después tendrán problemas de fertilidad debido a su edad, cómo se modificará su cuerpo, si les quedará tiempo para salir con sus amigas... Pero uno de los temores más importantes es si podrán hacer lo que ahora hacen más lo que requiera el bebé.

"Hay una sensación de culpa si no pueden con todo porque la sociedad les pide que sean supermujeres: que eduquen bien a sus hijos, que recuperen el cuerpo que tenían antes del embarazo, que se mantengan jóvenes, que sean eficientes en su trabajo, que lleven una buena relación de pareja...", agrega Nájera.

El peso de estas situaciones puede hacer a las mujeres preferir no ser madres, y aun así asumen que serán señaladas porque las pueden considerar "incompletas".

La evaluación

Lo primero que la psicóloga sugiere a las mujeres considerar para decidir si son madres o no es si desean dejar su principal actividad para dedicarse al cuidado de un hijo y por cuánto tiempo: hasta que deje de amamantar, hasta que camine, cumpla un año o acabe la primaria, pero definirlo y conversarlo, si existe, con la pareja.

"Es muy respetable que una mujer diga: 'Yo quiero quedarme sólo a cuidar a mis hijos', pero, si no se lo plantea como algo...

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