Propina afición golpes al calor

AutorIván Sosa

A pesar del intenso calor y la concentración de miles de aficionados, el Zócalo aguardó para transformarse por primera vez en una aclamada arena de box.

Antes del inicio de la función, a las 17:00 horas, una prolongada fila de asistentes avanzaba sin cesar frente a Palacio Nacional, hasta que comenzaron a llenarse las gradas en torno al ring, situado al lado del asta con la bandera monumental.

En la principal plaza pública de la Ciudad de México, mientras miles atendían los intercambios iniciales de golpes, alrededor otra cantidad semejante de visitantes caminaba sobre la plancha o circulaba alrededor en auto, con tráfico abierto para todos.

Conductores de bicitaxis y vehículos perdían de vista manubrios y volante y posaban la mirada en busca de los contrincantes, pero sumergido entre las gradas, apenas se veía al interior y el público, silencioso, trataba de entender que había box en el Zócalo.

Tan grande el Zócalo, que los tumultos habituales afuera de las arenas México y Coliseo, parecían en esta ocasión de menor dimensión y la fila para ingresar se abastecía sin pausa y cada vez más mujeres, adultos mayores, niños y hombres entraban.

La mayor parte ingresó sin boleto alguno, revisados los bolsos por policías, en búsqueda de objetos eventualmente convertidos en proyectiles.

Otros llegaban a una fila aparte, con boleto en mano para alcanzar zona de ring side. Todos con acceso gratuito.

"Venimos a conocer a Mariana "La Barbie Juárez", es el...

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