Proponen un modelo contra deformaciones

AutorDora Luz Haw

Las bailarinas de ballet, esos seres de figura estilizada que parecen flotar en el aire, sufren de callosidades y graves deformaciones anatómicas en los pies, entre las que destaca el hallux valgus, popularmente conocido como juanete, que padecen en promedio nueve de cada diez ejecutantes.

Con el fin de disminuir las deformaciones y el riesgo de complicaciones futuras, la bailarina y médico especialista en rehabilitación, Lya Contreras del Toro, trabaja en el diseño de unas puntas o zapatillas que, amoldadas al pie de cada ejecutante, impidan que se lastime.

La egresada del Sistema Nacional para la Enseñanza Profesional de la Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), donde también fue profesora, explica que pocos especialistas en medicina del deporte se dedican a la atención de los bailarines, razón por la que ella, que conoce de cerca su problemática, decidió analizar de qué manera podría aminorar su sufrimiento.

Apoyada por una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, la doctora del Centro Nacional de Rehabilitación, dependiente de la Secretaría de Salud, inició hace dos años una investigación en la que descubrió que la mejor manera de corregir la zapatilla es colocando en su interior una órtesis (aditamento ortopédico) que mantenga el pie firme, sin presiones y lo más alineado posible para evitar lesiones.

El entrenamiento diario y el esfuerzo que implican las funciones en escena son los causantes del clásico juanete, una deformación de la articulación de la base del "dedo gordo" -como designan los ortopedistas al primer dedo del pie- que presiona el nervio colateral entre el hueso y la zapatilla, causando un dolor intenso.

Contreras del Toro explica que también es común que los bailarines sufran de tendinitis o ruptura del tendón de aquiles por procesos degenerativos progresivos; la ruptura del plantar delgado (generalmente se siente como un tirón en la planta del pie); las fracturas de metatarsos (huesos que anteceden a los dedos del pie), que en su mayoría se deben a aplastamientos; las artrosis (deterioro de las articulaciones), y las fracturas de las falanges (dedos).

Aun con estos problemas, generalmente las bailarinas continúan trabajando, ya que muchas terminan por acostumbrarse al dolor, dice Contreras. Las deformidades podrían corregirse con cirugía, agrega, pero eso implicaría que abandonaran su carrera.

ñDiseño Perfeccionable

Con el apoyo del ortesista René Godea, la especialista realizó radiografías y...

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