Proyecta con equidad

AutorFrancisco Morales V.

De un tiempo hacia acá, al arquitecto chileno Alejandro Aravena se le mira como un símbolo de la arquitectura con conciencia social, y el Premio Pritzker que le fue concedido en 2016 no hizo más que acrecentar la fama.

Ha proyectado colegios, facultades, torres y parques en Chile, Estados Unidos, México, China y Suiza, pero a Aravena (Santiago de Chile, 1967) se le recuerda, particularmente, por sus viviendas de interés social. El acento en este aspecto de su trabajo, según explica él mismo, debe leerse con cuidado.

"Lo de social, lleva implícito una especie de superioridad moral que jamás, ni por un segundo, ha sido la manera de explicar por qué hacemos lo que hacemos", define en un cuestionario respondido a REFORMA. "La vivienda social que hemos tratado de mejorar y que puede explicar esa denominación, si algo tiene, es que es una pregunta difícil que requiere 'calidad' más que 'caridad' profesional", aclara.

Sus viviendas al respecto, usualmente realizadas con una colaboración estrecha con sus beneficiarios, buscan romper con la inercia que hace que, con dolorosa regularidad, los hogares de los más desfavorecidos terminen depreciándose con los años.

"Mejorar la calidad de vida de las personas que viven en los proyectos que uno diseña es la razón por la que uno va todos los días a trabajar, y eso en verdad es casi la definición de arquitectura: dar forma a los lugares donde la gente vive. No es más complicado que eso, pero tampoco más fácil que eso", expone el chileno, quien en marzo participará el festival Mextrópoli de la Ciudad de México.

A partir de esta razón de ser, Aravena y su estudio, Elemental, desarrollaron el principio de "incrementalidad", que explica así: "Hagamos ahora lo más difícil para la familia y permitamos que la vivienda alcance su potencial de clase media (72 metros cuadrados) en el tiempo".

Para combatir los escasos recursos con los que se cuentan al proyectar los desarrollos, lo que hace el arquitecto es construir viviendas dignas, funcionales, donde lo básico quede construido y, por su propio diseño, la casa permita ser aumentada con los años a partir de los recursos de sus ocupantes.

"En la vivienda social, los éxitos y las mejoras son relativos, no absolutos. Cuando se acepta trabajar en el marco de restricciones de las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR