Proyectan cintas que sufren censura

AutorSergio Raúl López

El ciclo Las tijeras ante la política y el sexo que se proyecta en el Festival Internacional Cervantino, no debe ser evaluado como una provocación al medievo de la mentalidad guanajuatense en el poder, ni una incitación a la resurrección de lo inquisitorial, considera el crítico cinematográfico Jorge Ayala Blanco.

Además, la censura cinematográfica ya no es definitiva, afirma, pues gracias al video, las películas pueden circulan por otros medios, así sean clandestinos o piratas. "En estos casos hay que decir sí a la piratería", sostiene.

Las 15 películas que se proyectan en el festival guanajuatense, a decir de los organizadores del festival, "sufrieron o sufren" los efectos de la censura "ya sea por motivos políticos, por atributos morales indeseables o no compartidos por las autoridades de algunas sociedades, muchos son los casos en que la expresión cinematográfica ha padecido la mutilación en su contenido"

Para Ayala Blanco, también investigador cinematográfico, el ciclo está hecho con bastante gusto, excluyendo los "churrazos" Los frutos de la pasión, de Walerian Borowcyk, y El Diputado, de Eloy de la Iglesia que, a decir del crítico, "son realmente infumables".

La programación, refiere, es muy heterogénea porque algunas de estas películas han sido censuradas en sus países y no en México.

En general, abunda, este recuento remite la censura al pasado remoto o reciente, pero no habla del presente, aunque ofrece algunas películas que no han perdido su valor removedor como Salo o las 120 jornadas de Sodoma, de Pasolini, y W.R: Los misterios del organismo, "que se considera la película más subversiva de la historia del cine". Aunque su autor, aclara Ayala Blanco, es Dusan Makavejev y no "Busan", como se imprimió en el programa oficial.

Muchas de estas películas, asegura, se han exhibido antes en la Cineteca Nacional o en televisión, y no tienen ningún problema para su exhibición en el país, "salvo que no se ha hecho ningún esfuerzo por proyectarlas comercialmente".

En México, recuerda, algunas se estrenaron comercialmente de una manera normal, como Cuerpos ardientes y Senderos de gloria, que se distribuyó como La patrulla maldita.

En general, informa, la censura que se aborda, precisa, es política, como El judío dulce (Jude Suss), la más terrible de las películas hitlerianas de propaganda nazi, o Estado de sitio, de Costa-Gavras se prohibió en algunos países de Latinoamérica.

En su opinión, las más "candentes" son Salo, El imperio de los...

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