Puebla de Zaragoza: ¡Qué chula es!

AutorEmmanuel Millanes

ENVIADO

PUEBLA, Pue.- Para que el viajero conozca, de verdad, la capital poblana, necesita dejar atrás los estereotipos y experimentarla en carne propia. Es muy probable que si no la ha visitado en un tiempo, se lleve una gran sorpresa.

"Que no venga la gente pensando en que va a encontrar lo que ya les han contado porque tenemos muchos sitios nuevos y, además, contamos con la gastronomía que ha hecho fama a México en el mundo", dice Alejandro Cañedo, Secretario de Turismo municipal.

Inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Puebla se ha puesto en valor y basta con recorrerla para descubrir su flamante oferta turística.

DE DÍA

La carta de presentación de Puebla es, sin duda, su Catedral Basílica, además de un buen punto de partida para recorrer el Centro Histórico.

Dedicada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, este recinto presume unas de las torres más altas (73.9 metros) de catedrales en Latinoamérica. En su interior resguarda pinturas, esculturas y orfebrería que datan del virreinato.

A un costado del recinto religioso, por la Avenida 5 Oriente, está la Biblioteca Palafoxiana, fundada en 1646 por el obispo Juan de Palafox y Mendoza, quien donó su colección de 5 mil libros para que fueran consultados por quienes quisieran estudiar, lo que la convirtió en la primera biblioteca pública de América.

En 2005, fue inscrita en el programa "Memoria del Mundo" de la UNESCO. Posee más de 45 mil ejemplares y conserva una rueda de lectura, sólo se conocen las del Monasterio Strahov (Praga), el Museo de la Universidad Jagiellonian (Cracovia) y la Biblioteca Nacional de Nápoles.

Antes de alejarse de esta zona, hay que aprovechar que a la vuelta de la esquina, por la Avenida 7 Oriente, se encuentra el Mural de los Poblanos, un restaurante famoso por consentir a sus comensales con el platillo insignia: el mole poblano. Aunque también sirven pipián rojo o bien, una degustación de moles.

Como postre, uno puede elegir una nieve artesanal en el Zócalo, antes de continuar el recorrido, cinco cuadras hacia el norte, por la Calle 16 de Septiembre, hasta llegar al Templo de Santo Domingo, que en su interior aloja a la Capilla del Rosario, considerada como "Octava maravilla del mundo" por Fray Diego de Gorozpe en un impreso de 1690 y nombrada "Relicario de América" por el Papa Juan Pablo II en su visita a México, en 1979.

La decoración interior de este tesoro barroco deslumbra, con la yesería cubierta con hoja de oro, que representa la...

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