PULSO ECONÓMICO / La decisión de política monetaria

AutorJonathan Heath

Las proyecciones de crecimiento para este año se han revisado a la baja consistentemente a lo largo de todo el año, en la medida en que vamos conociendo el desempeño de la actividad económica. Antes de iniciar el año, tanto el Gobierno como el consenso de los analistas preveían una tasa de 3.5 por ciento para 2013, casi medio punto porcentual menos que el año anterior. Sin embargo, se combinaron muchos factores al mismo tiempo para frenar el crecimiento y ahora se anticipa una tasa ligeramente superior al 1 por ciento, pero suponiendo aún que se inicie una recuperación en la última parte del año.

El Gobierno federal ha concedido que habrá menos crecimiento en el año cada vez que el Inegi ha dado a conocer las cifras del trimestre en turno. A los pocos días después del 20 de agosto, cuando se divulgó el crecimiento del segundo trimestre, la SHCP revisó a la baja su expectativa a 1.8 por ciento. Es casi un hecho que cuando el Inegi dé a conocer el tercer trimestre el próximo 21 de noviembre, SHCP reconocerá todavía una tasa menor.

El optimismo inicial del Gobierno llevó a que se aprobara en el presupuesto de 2013 un balance fiscal "cero", que implicaba un proceso de consolidación fiscal ante los déficits de los últimos 4 años de la Administración de Felipe Calderón. Sin embargo, ante la llegada de una ligera recesión, ahora SHCP recurre a una política fiscal más expansionista al pedir la autorización debida para incurrir en un déficit de 0.4 por ciento del PIB este año y 1.5 por ciento para 2014. En principio, esto le dará margen para no tener que recortar el gasto ante la caída en los ingresos a raíz de la menor actividad económica y compensar las medidas anticíclicas recaudatorias al inicio de 2014.

El Gobierno federal no es el único preocupado por la caída en la actividad económica. El Banco de México decidió la semana pasada reducir la tasa de política monetaria por tercera vez en el año, también para apuntalar al crecimiento económico. En principio, la tasa de inflación subyacente ha permanecido por debajo de 3 por ciento por prácticamente diez meses y es casi un hecho que así quedará hasta fin de año. Lo único que le ha impedido reducir la inflación general por debajo del objetivo de 3 por ciento ha sido la política de precios del Gobierno en materia de energéticos y tarifas autorizadas, lo cual queda fuera del alcance de la política monetaria. Al reconocer la existencia de una brecha de producto negativa, el...

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