Pulso Económico / La confianza en los datos

AutorJonathan Heath

Justo cuando pensábamos que el desempleo había llegado a su máximo del sexenio en junio pasado, vemos que julio fue todavía peor con 3.52 por ciento. Aparentemente, es la tasa más elevada desde 1997, cuando todavía nos recuperábamos de la gran crisis de 1995. Dado que en estos momentos el desempleo y empleo son elementos cruciales, es cuando necesitamos estadísticas mejores y más confiables. Sin embargo, el INEGI redujo la cobertura de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano (ENEU) de 48 a 32 ciudades y por lo mismo, no podemos comparar las cifras actuales con la serie histórica.

Estamos en espera de que el INEGI revise todas las series de desempleo para recalcularlos con base a menos ciudades. Esto significa que reescribirá la historia del desempleo en un momento crucial. Tal parece que no cambiarán mucho las tasas, pero el simple hecho de que lo haga justo cuando todos hablamos de la problemática del desempleo, es algo que alienta sospechas y reduce la confianza que podemos tener en los datos. Es muy sencillo: en la política se sabe que no se deben hacer cosas buenas que parezcan malas.

Por ejemplo, justo cuando el desempleo llega a su máximo y por lo mismo, es más importante que en cualquier otro momento contar con cifras oportunas, el INEGI nos avisa que no se presentan cifras desestacionalizadas debido a que las series de indicadores para el conjunto de la ciudades que permanecen en la muestra están en construcción. El mes pasado, el gobierno utilizó el argumento de que la tasa de desempleo había aumentado porque hubo una gran cantidad de estudiantes que terminaron sus estudios y empezaron a buscar trabajo. Dado que es un fenómeno estacional, no había por qué preocuparse. Sin embargo, la tasa de desempleo desestacionalizada aumentó más que la tasa sin ajustar, por lo que el análisis resultó equivocado. Este mes, la tasa aumenta más todavía y el Gobierno utiliza el mismo argumento. Pero en este momento crucial, el INEGI decide revisar sus series y no proporcionar la información necesaria para evaluar con más exactitud lo que pasa.

La razón del INEGI parece tener sentido: quiere que la ENEU mensual sea compatible con la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) trimestral. Dado que el ENE cubre 32 ciudades y el ENEU 48, decidieron reducir la segunda a 32. ¿Por qué no aumentar el ENE a 48 y así tener mejor cobertura? Parece que es cuestión del presupuesto. En otras palabras, la falta de reforma fiscal no solamente significa que tenemos menos...

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