Pulso Económico / Diez años de autonomía del Banxico

AutorJonathan Heath

El Banco de México se fundó en septiembre de 1925; el Presidente de la República era Plutarco Elías Calles y el Secretario de Hacienda, Alberto J. Pani. Su primer Director General fue Alberto Mascareñas Navarro y el primer Presidente del Consejo fue Manuel Gómez Morin. Desde entonces quedó clara para sus fundadores la necesidad de salvaguardar la independencia de la institución y establecer restricciones tanto para la emisión de billetes como para el financiamiento del Banco al Gobierno. En la exposición de motivos de la iniciativa de ley que creó el Banco se decía que "hay efectivamente, en un banco controlado por el Gobierno, el gravísimo peligro de que el interés político pueda predominar en un momento dado sobre el interés público". Así nació la institución con relativa autonomía y severas restricciones sobre su crédito interno.

Sin embargo, el debate sobre el papel que debía ejercer y sus funciones específicas continuó durante sus primeros años, lo que no solamente originó varias adiciones y reformas a la ley (como las de 1928 y 1938), sino que concluyeron en nuevas leyes orgánicas en 1936 y 1941. La Ley Orgánica de 1941, impulsada por el Secretario de Hacienda Eduardo Suárez Aranzolo, transformó por completo al Banco Central, al eliminar prácticamente todas las restricciones impuestas para evitar el abuso del Gobierno federal. A partir de ese momento, el Instituto Central quedó totalmente bajo el mando y discreción de la Secretaría de Hacienda y se convirtió en un instrumento de financiamiento del Gobierno.

No es ninguna coincidencia que la etapa de inflación de este periodo coincida con Eduardo Suárez en la Secretaría de Hacienda entre 1935 y 1946. Con la llegada de Antonio Carrillo Flores a la Secretaría de Hacienda y de Rodrigo Gómez Gómez al Banco de México en 1952, se empezó de nuevo a controlar la inflación y a evitar el abuso en el crédito interno. Sin embargo, la moderación del financiamiento fue porque al frente de las instituciones estaban las personas adecuadas y no por las instituciones mismas. Sin restricciones adecuadas, la inflación volvió con vehemencia en los 70 cuando llegó Luis Echeverría Alvarez a la Presidencia. A pesar de las objeciones de Ernesto Fernández Hurtado al frente del Banco de México y Hugo Margáin Gleason en la Secretaría de Hacienda, Echeverría incurrió en un déficit fiscal inflacionario y obligó al Banco Central a financiarlo. Cuando Hugo Margáin trató de convencer a Echeverría de los efectos...

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