PULSO ECONÓMICO / El Ingreso de las familias

AutorJonathan Heath

Existe tres formas distintas (pero equivalentes) para calcular el PIB mediante las cuentas nacionales. La primera es mediante la resta del valor bruto de la producción y el consumo intermedio, que se llama el método del valor agregado. Esta da el cálculo del PIB por el lado de la oferta, desagregado por los principales sectores de la economía, que en principio son 20. Este es el que en principio utiliza el Inegi y que publicará el próximo 23 de febrero. La segunda es por el lado del gasto, que resulta en la suma del consumo privado, el gasto público, la inversión fija bruta, la variación de existencias y las exportaciones netas. También lo calcula el Inegi, aunque lo dará a conocer un mes después del primer cálculo, el 18 de marzo. La tercera es a través de la suma de los componentes del PIB por el lado de los ingresos (salarios, utilidades, pago a capital, etc.). Esta última no lo estima el Inegi, por lo menos no con la frecuencia trimestral de las demás cuentas.

En principio, no es necesario. La recomendación de FMI es que cada país escoja dos de las tres formas, una como principal y la otra para asegurar consistencia. Utilizar las tres ya es redundante y podría resultar muy caro. Dado que la contabilidad nacional se realiza mediante encuestas, los cálculos son estimaciones que contienen cierto grado de error probabilístico. Incluso, entre las dos formas que utiliza el Inegi existe una discrepancia estadística, difícil de obviar. No obstante, al no realizar el cálculo por la tercera forma, no tenemos indicadores oportunos de ingresos como podría ser el ingreso personal disponible.

Una de las sorpresas de 2015 fue la mejoría en el consumo de las familias, a pesar del estancamiento de las exportaciones y una inversión fija bruta decepcionante. Las ventas internas de automóviles crecieron a tasas no observadas desde hace 15 años. Las ventas que reportó la ANTAD sorprendieron a todos al registrar crecimientos reales por encima de muchos años anteriores. Al final, hubo muchas hipótesis para explicar este comportamiento (como la de las remesas familiares en pesos reales, la expansión monetaria del Banco de México y la existencia de una demanda reprimida), pero realmente no podemos terminar de entender el fenómeno sin un indicador confiable del ingreso personal disponible, ya que el consumo es función primordialmente del ingreso.

Lo más cerca que tenemos es un cálculo incompleto que podemos realizar mediante los datos...

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