Pulso Económico / ¿La siguiente crisis?
| Autor | Jonathan Heath |
Queda muy claro que existe un patrón de default de la deuda externa en las economías emergentes. Los países que han recurrido a la suspensión de pagos en una primera ocasión, típicamente lo vuelen a hacer una y otra vez. Por ejemplo, en los dos últimos siglos, Turquía ha suspendido pagos seis veces, Brasil siete, México ocho y Venezuela nueve. Dado que México ocupa una posición preponderante en la lista de los que más veces ha suspendido los pagos de su deuda externa, es uno de los que más preocupa a la comunidad financiera internacional.
En los últimos 30 años México ha sido susceptible a una especie de maldición de crisis, altamente correlacionada con el ciclo sexenal. A partir del sexenio de Luis Echeverría, no nos hemos escapado de algún tipo de afectación negativa entre el último año del presidente saliente y el primero del entrante. Con Luis Echeverría y José López Portillo, tuvimos devaluaciones traumáticas en el último año de sus periodos. Con Miguel de la Madrid, hubo una crisis significativa en el primer año y posteriormente, una devaluación y recesión en el último. Salinas empezó su sexenio con una disputa política a raíz del fraude electoral y terminó con un año caracterizado por asesinatos, fugas de capital, guerrilla y alzas en las tasas de interés. Ernesto Zedillo empezó con una magna devaluación y una caída abismal en la actividad económica. Finalmente, cuando pensábamos que nos habíamos escapado de la maldición sexenal, Vicente Fox asumió la presidencia justo cuando México empezó la recesión más prolongada desde los años 30 del siglo pasado.
Se podría argumentar que la recesión de Fox fue diferente. Se dio en un contexto de estabilidad macroeconómica y fue resultado de factores externos, a diferencia de todas las anteriores, originadas por errores internos. Al mismo tiempo, no hubo merma en el poder adquisitivo de la población, ni la sensación de que el país se desbarataba en nuestras manos. No obstante, hubo una pérdida significativa de empleos y se experimentó el crecimiento acumulado más bajo de un trienio desde hace mucho tiempo. Pero todavía más importante es el hecho de que se avecina un cambio de sexenio muy difícil. ¿Será que no nos hemos escapado de esta maldición y volveremos a sufrir una crisis en 2006? La advertencia de Rogoff de que pudiera desatarse una nueva crisis en un par de años, coincide justamente con nuestro calendario electoral y el cambio presidencial.
Pero, ¿cómo se puede anticipar una crisis? En...
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