Pulso Económico/ La política contracíclica en México (III)

AutorJonathan Heath

Al concluir la Guerra de Corea disminuyó la demanda externa y cayeron las exportaciones mexicanas. También contribuyó a la caída la persistencia de la inflación, ya que ocasionó que el tipo de cambio se apreciara. Si tomamos 1949 como año base, en 3 años se había producido una sobrevaluación de 25 por ciento. De esta forma, los efectos positivos de la corrección cambiaria de 1948 no duraron mucho tiempo y el ritmo de crecimiento económico empezó a disminuir. El Gobierno abandonó la política económica restrictiva que mantuvo entre 1950 y 1952 para reducir la inflación y empezó a aplicar una política expansiva.

En febrero de 1953, el Banco Central eliminó el encaje marginal de 100 por ciento y el Gobierno aumentó el gasto público (incurriendo en déficit fiscal) para tratar de contrarrestar los efectos negativos. Sin embargo, el cambio de Gobierno de Miguel Alemán Valdés al de Adolfo Ruiz Cortines, produjo incertidumbre y disminuyeron las entradas de capital. El superávit de la cuenta de capital ya no alcanzaba para cubrir el monto del déficit de la cuenta corriente, por lo que las reservas internacionales disminuyeron significativamente. En ese mismo año, hubo una sequía aguda que perjudicó la producción agrícola y un deterioro en los términos de intercambio con el exterior. A pesar de los esfuerzos por evitar una recesión, la actividad económica en su conjunto disminuyó 0.3 por ciento.

Ante la disminución continua en las reservas internacionales, el Banco de México decidió devaluar el peso el 17 de abril de 1954, al variar el tipo de cambio de 8.65 pesos por dólar a 12.50. Sin embargo, en esta ocasión la mayoría de la población no esperaba la devaluación ya que no la juzgaban necesaria. Aunque las reservas habían disminuido, todavía representaban más de tres meses de importaciones. Además, la inflación se había estabilizado en los últimos 2 años, mientras que las devaluaciones anteriores se habían dado en un contexto altamente inflacionario.

De todas las devaluaciones sin lugar a dudas ésta fue la mejor manejada. Primero, no se esperó hasta que se agotaran las reservas. Segundo, se realizó antes de que se esperara, por lo que no estuvo precedida por fugas de capital. Tercero, se apoyó a los bancos con un aumento en la liquidez para contrarrestar cualquier pánico que se pudiera producir. Cuarto, unos meses antes el Gobierno había aplicado un incremento de 25 por ciento en los aranceles. Quinto, se introdujo un impuesto extraordinario de 25...

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