Pulso Económico/ La política monetaria

AutorJonathan Heath

Las tarifas eléctricas domésticas aumentarán 5.1 por ciento y la gasolina 3.0 por ciento en el 2003. Estos dos precios comprenden 76.3 por ciento del subíndice de precios administrados por el Gobierno federal. El otro 23.7 por ciento corresponde al precio del gas doméstico, cuyo incremento depende de una fórmula que toma en cuenta los precios internacionales. Si ponderamos estos aumentos por los pesos que tienen en el Indice Nacional de Precios al Consumidor, resulta en un promedio de 3.8 por ciento. Esto significa que el incremento anual del gas doméstico tendrá que ser negativo para que se cumpla la palabra del Gobierno.

Si extendemos la promesa de limitar el aumento promedio a los precios concertados, la Secretaría de Hacienda tiene todavía margen de acción. El subíndice de precios concertados incluye estacionamiento público, aceites lubricantes, autobús urbano y foráneo, transporte colectivo, el metro, cuotas de autopistas, taxi, tenencia de automóviles, derechos por el suministro de agua, impuesto predial, servicio telefónico de larga distancia nacional e internacional, línea y servicio telefónico local, cuotas de licencia y otros documentos públicos. La ponderación del subíndice de precios concertados es de 9.39 por ciento, mientras que la de los precios administrados es de 7.77 por ciento. Sin embargo, la decisión sobre el aumento de muchos de estos precios no es competencia del Gobierno federal, ya que muchos son de los Gobiernos estatales y locales. Esto significa que el Gobierno federal tendrá que esperar que los incrementos en precios determinados por otros (como el predial) sean menores a 2.7 por ciento para ayudar a bajar el promedio y así cumplir su promesa.

El viernes 10 de enero, el Banco de México anunció un aumento en el "corto", para inducir un incremento en las tasas de interés e influir en las expectativas de inflación, ya que éstas han aumentado sostenidamente a lo largo de los últimos seis meses. La inflación esperada para este año, según la última encuesta del Banco de México, es alrededor de 4.21 por ciento. Esta cifra contemplaba que el Gobierno cumpliría su palabra y que el tipo de cambio cerraría el año en 10.51 pesos por dólar. Pero los últimos anuncios de precios hacen pensar que el subíndice de precios administrados será mayor a lo que se esperaba. Al mismo tiempo, el tipo de cambio cerró ayer en 10.65 pesos y es casi un hecho de que los analistas incrementarán su expectativa de cierre para el año.

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