Pulso Económico/ Las políticas monetaria y cambiaria

AutorJonathan Heath

La semana pasada el INEGI reportó que la economía creció 1.9 por ciento en el primer trimestre respecto al mismo del año anterior. Las cifras ajustadas por estacionalidad revelan una disminución de 0.3 por ciento con respecto al trimestre inmediatamente anterior. Dado que el primer trimestre disminuyó 0.75 por ciento con respecto al cuarto trimestre del año pasado, ya tenemos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Según la definición popular, estamos en una recesión.

Estados Unidos creció 1.1 y 2.0 por ciento, respectivamente, en los últimos dos trimestres. Estas cifras son los cambios porcentuales con respecto al periodo inmediatamente anterior y anualizados. Por lo mismo, estas tasas se deben interpretar como lo que crecería la economía en todo el año si cada trimestre se comportara de la misma manera. Para hacer nuestras cifras comparables, deberíamos anualizarlas también, por lo que el PIB mexicano disminuyó 3.0 y 1.2 por ciento respectivamente en los dos últimos trimestres. La conclusión inmediata es que mientras la economía norteamericana está en franca desaceleración, nosotros estamos en una recesión.

La mayor parte de la evidencia disponible apunta a que todavía no hemos tocado fondo. Es muy probable que tengamos crecimiento negativo en el segundo trimestre y todavía probable que en el tercero. Hasta ahora, la recesión se explica en términos de una menor producción industrial, menos inversión y una disminución en las exportaciones. Esto ha ocasionado despidos en muchas empresas, pero todavía no afecta primordialmente al ingreso disponible de la mayoría de la población. No obstante, debemos esperar que el consumo empiece a disminuir más adelante, lo que prolongará la recesión hasta el tercer trimestre. Es posible que empezáramos a sentir la recuperación hacia finales del año.

Ante el peligro de la desaceleración en Estados Unidos, la Reserva Federal empezó a relajar la postura restrictiva de su política monetaria a partir de enero de este año. Sin embargo, a pesar de que nuestra desaceleración es mayor, el Banco de México decidió en el mismo mes aumentar su postura restrictiva, es decir, hacer justamente lo contrario a su contraparte norteamericano. ¿Por qué?

Mientras que en Estados Unidos se consideraba que ya no había peligro de un rebote en la inflación, en México aumentaron las expectativas de inflación a principios de año. Parte obedecía al hecho de que los salarios reales habían aumentado sustancialmente, lo que...

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