Punto Cero
| Autor | Javier Hernández Quezada |
Play. Fade In
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Ray ha decidido planear su propio secuestro y mirar la televisión todo el día; Mauricio trabaja de madrugada en una farmacia y observa con obsesión su figura en el espejo; Andrea labora en una agencia de publicidad y sólo se siente querida al rodearse de logos publicitarios; Lucy es una entusiasta maestra de inglés y constantemente recuerda que su nombre es Lucy ("My name is Lucy"). Cuatro personajes que tienen en común una relación amistosa, a falta de mejor término. Cuatro personajes que, además, padecen las consecuencias de la globalización. Es posible que Pepe Rojo en Punto cero haya buscado representar, sobre todo, los conflictos de estos personajes, pero también algo más: dar cuenta de una realidad social cuyo conocimiento es determinado por los mass media. En ese sentido, sería errado no leer Punto cero como una exégesis del hábito posmoderno. El presente es la dependencia del cable: "Tener (...) pocos canales es una mierda". La televisión, su luz, "encuentra forma en la silueta" de los protagonistas, "define sus límites", procrea los cuerpos ("La luz del monitor inventa a Ray").
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Punto cero es una lectura del modus vivendi después de que las pantallas y las bocinas se han convertido en garantes de nuestra sociabilidad. Uno de los epígrafes de la novela, de Jean Baudrillard, es pertinente en ese sentido: "¿Y si ya no se tratara de oponer la verdad a la ilusión, sino de percibir la ilusión generalizada como más verdadero que lo verdadero?". No sólo se trata de plantear que los personajes del libro encarnan diferentes roles según lo que ven en la televisión o escuchan en la radio. Rojo describe sus actos cuando se dan cuenta que también ellos son la televisión o la radio. El placer de los personajes radica en observarse y escucharse a sí mismos a través de las imágenes visuales o auditivas. Ray tiene sus 15 minutos de gloria porque forma parte del avance informativo; Mauricio sabe que su silueta en el espejo es similar a la del actor de moda; Andrea es feliz al tener la seguridad de que su trabajo publicitario será visto por millones; Lucy aconseja por teléfono a sus alumnos de inglés pues sabe que su voz repercutirá en terceros. El autor parece indicar que las motivaciones de estos caracteres descansan en las apariencias. Gracias a los medios, existen; gracias a la reproducción, son otros. Sus vidas son el límite entre lo real y lo irreal.
("No es agua ni arena la orilla del mar", escribió Gorostiza; no es verdad ni...
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