¡Puro churro!

AutorJosé Arrieta

Una de las postales más tradicionales de los desayunos capitalinos incluye una taza de chocolate y un puñado de churros. No importa si son de carrito, canasta, panadería o churrería: su presencia es indispensable en las mesas chilangas.

Y es que el churro es más que un alimento en México. Lo mismo significa llegar a un éxito por azar que denota a una mala película.

De los llamados "frutos del sartén", nombrados por el investigador Xavier Domingo en su obra "El Sabor de España", es uno de los más populares en el mundo: se disfruta con pequeñas variaciones lo mismo en Argentina que en México, Brasil y en la propia Península Ibérica.

Aunque es un producto de raíz popular y accesible, un buen churro tiene características que lo hacen único dentro de la panadería.

"La churrería es panadería y hay muchas formas de hacer pan. Hay pan hervido, pan al vapor y el churro es un pan frito. Es un producto muy delicado.

"Sus estrías características deben estar perfectamente delineadas; si están rotas, algo está mal hecho. La consistencia debe ser crocante, pero a la vez suave y el centro debe estar bien cocido", destaca Rodrigo Amval, socio de la Churrería General de la República.

¿CATALÁN, PORTUGUÉS O CHINO?

Sobre su origen, existen diversas teorías. Algunas apuntan que llegaron a la Península Ibérica de mano de los conquistadores árabes; algunos señalan a los exploradores lusitanos y otros más dicen que fueron los pastores quienes, a falta de hornos para cocer su pan, se las ingeniaron para freírlos en sartenes en el campo. Lo cierto es que, a principios del siglo 19, los churros como los conocemos ahora ya se vendían en Cataluña.

"Otra teoría sobre su origen los emparenta con los youtiao, una especie de churros salados muy comunes en China, los cuales fueron traídos a Europa por los exploradores portugueses, quienes añadieron el azúcar para habituarlos al gusto local", destaca la Enciclopedia Británica.

En el Lejano Oriente, estos panes son salados y se sirven en el desayuno. Según la leyenda, su nombre significa "demonios fritos en aceite", y se disfrutan en parejas, pues representan a un oscuro funcionario y su mujer, quienes urdieron un plan para asesinar a un venerado militar.

Mitos aparte, los churros deben su nombre a una raza de ovejas. De acuerdo con numerosos historiadores hispanos, los antiguos pastores encontraban similitud entre el pan y los cuernos de las ovejas churras, una de las razas bovinas más antiguas que aún se encuentran en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR