Queda en familia

AutorÉdgar Contreras y Joani Cruz

Sebastián es el amante de la moda y el bien portado, el que de no haber sido futbolista pudo ser un buen arquitecto o músico. Nicolás era mucho más inquieto desde niño, el que de un pelotazo rompía hasta los vidrios de la iglesia en su natal Melo, Uruguay, para susto de los feligreses.

Hijos del habilidoso extremo charrúa Heberley Sosa (tres veces campeón con Peñarol), el destino los pone frente a frente por primera vez en el extranjero en el Gallos vs. León de esta tarde en el Estadio Corregidora. CANCHA reunió a ambos delanteros para un mano a mano previo al partido en el que, además del honor deportivo, están en juego una pizza o unos tacos.

Sobre Sebastián Sosa, "Nickiller" dice que le encanta marcar goles de cabeza, dado el 1.84 de estatura; sus ídolos son Rivaldo y Zlatan Ibrahimovic, no le rehúye a un buen guiso de frijoles o a un asado, y se conmueve con la película Shawshank Redemption (Sueño de Fuga).

Nico prefiere Coach Carter (Juego de Honor), según Sebastián, como también un buen juego de basquetbol, escuchar un poco de rap o romper cinturas con La Fiera y con el eLeón en el FIFA; admira a Edinson Cavani.

Sebastián es dos años mayor, pero de no ser porque tiene el pelo largo, "como modelo" según su hermano, cualquiera diría que es gemelo de Nico.

De personalidades contrastantes, ambos tienen en común el lidiar muy mal con la derrota, desde niños en las cascaritas.

"Nos habremos tirado hasta voladoras jugando", dice Nico.

Conscientes de su mal carácter al perder, suelen no apostar al enfrentarse. Hacen una excepción para su primer choque lejos de Uruguay...

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