Queda impune el Caso Salinas

AutorAbel Barajas

A 10 años del asesinato de Enrique Salinas de Gortari, la Procuraduría General de la República (PGR) mantiene la investigación en la reserva, sin que a la fecha haya un solo sospechoso en haber sido acusado del delito de homicidio.

Alfonso Navarrete Prida, el primer Procurador del Edomex en asumir la averiguación, dijo al principio que el resultado de su pesquisa iba a ser "una gran sacudida al escenario nacional", pero al paso del tiempo el caso se fue diluyendo hasta quedar en la impunidad.

El 5 de diciembre de 2004 el cuerpo del hermano del ex Presidente Carlos Salinas fue hallado en un vehículo en Huixquilucan y, de acuerdo con la necropsia, había muerto de "asfixia por sofocación por obstrucción de las vías respiratorias altas".

Aunque tenía huella de golpes en la cara, las autoridades descartaron desde un principio que hubiese sido torturado.

Desde entonces, sólo dos policías pasaron un poco más de un año en la cárcel, pero consiguieron su libertad porque eran ajenos a la supuesta extorsión de la que Enrique fue víctima.

José de Jesús Medellín Simental y Eduardo Paredes Monroy, elementos de la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI), fueron encarcelados en julio de 2005, pero el 20 de octubre de 2006 salieron absueltos del Reclusorio Norte.

Los dos elementos, que pertenecían a la Dirección General de Despliegue Regional de la AFI, fueron acusados del delito de tentativa de extorsión, aunque nunca hubo un solo dato que probara que tuvieran contacto con Salinas.

Ambos estuvieron encargados de ubicar los inmuebles de Enrique, por pedido de la Interpol Francia, después de que el 23 de abril de 2004 el Juez de Instrucción del Tribunal de Gran Instancia en París ordenara su arresto.

Los otros elementos de la AFI que fueron citados a declarar por la Procuraduría del Edomex y que tenían relación con el caso, pertenecían a la Dirección General de Investigación Policial, que estaba a cargo de Luis Cárdenas Palomino.

Algunos de ellos eran los comandantes Édgar Millán Gómez e Igor Alfredo Labastida Calderón. Ninguno de ellos fue imputado penalmente.

En el Municipio de Huixquilucan, que entonces tenía como Alcalde a David Korenfeld, falló el sistema de monitoreo.

Si bien las cámaras grabaron el momento en que abandonan el cadáver, nadie acudió de inmediato, y las tomas del circuito cerrado fueron desviadas en el momento de la inspección del vehículo. Tampoco hay policías en la cárcel por estas graves omisiones.

A mediados del 2005...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR