De rastro olvidado a nuevo balneario

AutorSelene Velasco

El Bordo de Xochiaca pasó de las carnes frías a los cuerpos mojados.

La zona, en el Municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, busca dejar atrás el estigma como basurero y foco de delincuencia que le daba el antiguo depósito de desechos y la matanza de animales.

Unos 23 mil metros cuadrados pasaron de ser un rastro abandonado a un balneario con áreas verdes, juegos inflables, toboganes, canchas de voleibol de playa, regaderas, palapas y asadores para los usuarios.

Familias, grupos de amigos o visitantes solitarios ya no apuran el paso al caminar por la zona ubicada en Rancho Grande, entre las avenidas Sor Juana y Vicente Villada; ahora, ingresan al Parque Recreativo Xochiaca para mitigar las altas temperaturas.

La carne, que hace años compraban en el rastro, regresa para ser cocinada al carbón en espacios exclusivos, para aminorar los gastos de los visitantes.

"Vine a conocer el lugar, está muy bonito, es algo excepcional, después de que Neza, en otro tiempo, era el tiradero, ahora está cambiando para bien", comenta sonriente Delfino, quien cuenta que para su primera vez decidió ir solo.

Caminó apenas 10 minutos desde su vivienda, nadó y descansó por más de dos horas hasta que salió con toalla en la cabeza y bermudas que escurrían a cada paso.

Ya con la experiencia, prometió llevar a su familia un día, entre miércoles y domingo, cuando abre el centro acuático, de 10:00 a 18:00 horas.

Olga fue otra visitante que, en cambio, acudió con 20 integrantes de su familia.

Admiró en la entrada los ganchos para colgar carne que recuerdan el pasado del lugar y luego caminó bajo un paseo hecho con palmeras, icónicas de ciudades famosas como...

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