Del Toro/ La razón de la sinrazón...

AutorPaco Prieto

Una y otra vez empresarios y ganaderos piden que se confíe en su palabra, que se sea consecuente, por otra parte, con el esquema de libre empresa imperante en el país, que cese el intervencionismo oficial en la fiesta de toros.

Sucede, sin embargo, que la plaza sólo ha registrado un lleno, fue cuando toreó El Juli, y exceptuadas otras tres tardes, ha habido diez en que el público ha brillado por su ausencia. Es decir, que uno entendería el reclamo si los tendidos se llenasen domingo a domingo, cosa que no sucede y que no ha sucedido desde hace varios años.

Uno, entonces, supone que el negocio está en el Derecho de Apartado, pero uno se pregunta si los tenedores de tarjetas seguirán pagando los costos elevados que pagan por la renovación y que, seguramente, lo hacen pensando que, en cualquier momento, las cosa pueden cambiar y volver el río a su cauce. Sólo que puede, también, suceder lo contrario, a saber, el hartazgo con el que se acabaría el negocio y la fiesta de los toros en nuestro país recibirían un golpe mortal, es decir, de recuperación imposible. Seamos, por amor a la Fiesta, positivos:

Si el espectáculo taurino en la capital es sostenido por los tenedores de tarjetas de Derecho de Apartado, que por lo visto, se dispensan más y más de asistir, ¿no sería deseable que una empresa seria fuese contratada...

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