Empresa/ Razones de Banamex

AutorAlberto Barranco Chavarría

Y aunque la suspicacia podría hablar de una hazaña más de la aplanadora priísta, lo cierto es que la luz verde llegó en 1998, cuando la oposición había alcanzado ya mayoría en la Cámara de Diputados.

Lo inaudito del asunto, por lo demás, es que la idea original no partió de

una iniciativa del Presidente Ernesto Zedillo, sino en tal caso de una adición al llamado paquete financiero planteado por éste, cuyo punto álgido lo constituía la pretensión de fragmentar al

Fobaproa en dos entidades, una de las cuales se abocaría a la venta de activos rescatados... una vez asumidos como deuda pública los compromisos fiscales suscritos a la compra de préstamos bancarios con etiqueta de incobrables.

Convertida en factótum ante la negativa perredista de negociar cualquier salida al embrollo en tanto no se transparentara la legalidad en el otorgamiento de los créditos adquiridos por el barril sin fondo, la fracción parlamentaria panista colocó en la mesa la carta.

La exposición de motivos hablaba, simple y llanamente, de acotar la posibilidad de ulteriores rescates en abuso de recursos públicos, vía el ingreso de bancos extranjeros cuya solvencia garantizara una y otra inyecciones de capital frente a la eventualidad de contingencias.

Lo cierto es que en 1996, frescos los estragos de la crisis de pagos del país tras la catástrofe cambiaria provocada por el "error de diciembre", la mayoría priísta había impulsado la posibilidad de cien por ciento de capital foráneo en el sistema financiero de país, a contrapelo de la gradualidad planteada en los acuerdos del TLC, pero excluyendo a los tres grandes... por razones estratégicas.

Ahora que el último intento para constituir un gigante de capital abrumadoramente mexicano se frustró en 1999, al atajarse la opción para una eventual fusión entre los dos grandes, es decir, Banamex y Bancomer.

De acuerdo con la versión oficial, el valladar lo colocó el Consejo de Administración de Bancomer, al rechazar, bajo el argumento de insuficiencia de recursos propios en la inyección de capital planteada, la oferta hostil o no solicitada de Banamex, que llegó justo cuando se analizaba la alternativa del Banco Bilbao-Vizcaya/Argentaria.

De acuerdo con la versión del oferente, empero, fue el Gobierno quien le cerró el paso a la posibilidad, toda vez que se había logrado convencer a la mayoría de los grandes accionistas, especialmente los radicados en Monterrey.

El artífice de la maniobra sería el ex Secretario de Hacienda, José...

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