Razones y Proporciones/ Empleo, equidad y desregulación laboral

AutorManuel Sánchez

Las restricciones al funcionamiento del mercado laboral son abundantes y afectan la contratación, el empleo y el despido de los trabajadores, mediante aspectos como las contribuciones a la seguridad social y las prestaciones obligatorias, los plazos indefinidos de los contratos, las tareas detalladas por empleado y el monto por liquidación según la antigüedad. Estos ordenamientos constituyen un costo no salarial a la utilización de la mano de obra que opera como un impuesto, al crear una diferencia entre el costo pagado por las empresas y el salario recibido por los trabajadores. La consecuencia de esta distorsión es un menor crecimiento del empleo total en la economía.

La menor expansión de puestos laborales puede traducirse en un mayor desempleo como proporción de la Población Económicamente Activa, PEA, que es la suma de los empleados más los desempleados en búsqueda de trabajo. Este resultado tiende a ocurrir, sobre todo, en países con "seguro contra el desempleo" provisto por el Estado. Por otra parte, aunque el costo de despido puede atenuar el desempleo, al hacer que las empresas retengan algunos trabajadores no requeridos, lo agrava por la menor creación de empleos y prolonga la duración de la desocupación.

Los perjuicios anteriores tienden a concentrarse en personas con baja educación y entrenamiento, que suelen ser las más pobres, por lo que las regulaciones tradicionalmente percibidas como "conquistas laborales" promueven la desigualdad. Así, las mayores restricciones laborales en Europa respecto a las prevalecientes en Estados Unidos contribuyen a explicar las menores tasas de empleo total y de participación laboral de las personas menos capacitadas. Sólo el Impuesto Sobre la Renta personal más las contribuciones a la seguridad social han llegado a representar, en promedio en esos países, más de 50 por ciento del costo laboral bruto, mientras que en Estados Unidos es aproximadamente 25 por ciento.

Además, de 1960 a 1994, la tasa promedio de desempleo para la Unión Europea pasó de 2 por ciento a más de 10 por ciento, como resultado de los aumentos en las regulaciones laborales. En ese grupo, los países con las mayores tasas de desempleo han registrado tasas muy superiores para jóvenes y mujeres, y el desempleo mayor a 12 meses ha representado hasta 60 por ciento de la desocupación total.

Si bien las restricciones laborales en México son más severas que en la mayoría de los países industrializados, su tasa de desempleo es...

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