Empresa/ Rebanada

AutorAlberto Barranco Chavarría

El sustento de lo que consideran derecho de tanto apunta a que en el estado norteño se asienta parte de la Cuenca del Burgos, además de la totalidad de la del Golfo de Sabinas, ubicadas ambas por Petróleos Mexicanos como las zonas de mayores yacimientos en la materia del país.

De hecho, según el cálculo de la paraestatal, en la zona de 4 mil 600 kilómetros cuadrados existen reservas probadas de 2.1 millones de millones de pies cúbicos de gas natural; reservas probables de 1.2 millones de millones de pies cúbicos, y reservas posibles de 1.7 millones de millones de pies cúbicos... por más que el potencial de terrenos hasta hoy no explorados podría ser dos o tres veces mayor al de las reservas identificadas.

El caso es que la propuesta concreta de la Asociación de Propietarios en Defensa de los Recursos Naturales del Subsuelo del Estado de Coahuila, en la que caben cinco mil asociados entre ejidatarios, pequeños propietarios, asociaciones, uniones y colonias ganaderas, es que se les concesione la posibilidad de exploración y explotación del energético... lo que les permitiría integrarse en empresas mixtas, es decir de capital oficial y privado, en este caso nacional y extranjero.

La vía para subirse al ferrocarril podría ser la obtención de contratos de servicios múltiples o concesiones mineras.

La exposición de motivos del incipiente organismo encabezado por Jesús Antonio Ramos Jiménez, habla de la experiencia vivida hace una década en la región, cuando el Gobierno salinista abrió la posibilidad de inversión privada en materia de explotación de carbón, hasta entonces considerado de uso exclusivo del Estado.

El caso es que bajo el nuevo esquema, no sólo se alcanzó la autosuficiencia en el país, sino se logró la instalación de plantas carboeléctricas que representaron una alternativa más para alimentar el abasto del país.

De hecho, éstas generan el 10 por ciento de la energía que distribuye la Comisión Federal de Electricidad.

Actualmente Coahuila produce el 97 por ciento del carbón del país.

Ahora que de entrada el organismo plantea que se les otorgue una regalía mínima como dueños de la superficie a explotar, además de integrarse un impuesto con cargo a los contratistas para cubrir los previsibles daños ecológicos y de impacto en la producción agropecuaria y energética.

El sustento de lo que a simple vista pareciera absurdo, habla de la experiencia de Estados Unidos y Canadá es que el otorgamiento de regalías a los afectados ha logrado...

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