Rebanadas / Alegra el alma
Autor | Cony Delantal |
Con el calor a todo lo que da, se antoja una comida fresca y un buen mojito... y en Yemanyá prometen cocina tropical para que el alma baile. Buscando esa alegría, acudí a este restaurante que se ubica en la Roma, en Orizaba 154.
Esta vez no fui tan a ciegas. Sabía que si el proyecto corría a cargo del chef Rodrigo Estrada, quien ha logrado hacer de Agua y Sal un punto de encuentro para los amantes de los buenos ceviches, descubriría en Yemanyá una propuesta tentadora.
No me equivoqué. Este lugar, minimalista y moderno, conquista con cocina del mar de otras latitudes. Su carta presume exóticos ingredientes con los que preparan platillos de Cuba, Jamaica o Brasil, acompañados por coctelería también muy latinoamericana.
Mientras trataba de imaginar aquellos platillos cuyos nombres sonaban poco familiares, como el escovitch (pesca en escabeche jamaiquino) o el jimbelê (crema de elote con canela), ordené un mojito ($125), coctel cubano por excelencia.
Mi hermana no se quedó atrás, eligió pisco sour ($145), típico de Perú. Llegaron junto con las entradas que ordenamos: tiradito de kampachi ($195) y bolinho de bacalhau ($195).
Sobre una cremosa salsa de calabaza con coco se sirve el extraordinario tiradito de kampachi y se corona con textura de calabaza y aceite de achiote. Esta entrada, propia de la cocina nikkei (peruano-japonesa), me conquistó de inmediato: la salsa, ligeramente dulce, impregna de vibrantes sabores al delicioso pescado.
Mi hermana, más apegada a los sabores tradicionales, quedó encantada con los bolinho, unas croquetas de bacalao y ñame (tubérculo) que se sirven sobre una salsa velouté de limón y recado negro.
Estas croquetas -de origen brasileño- son súper crujientes; el sabor del bacalao, discreto y, al bañarlas con el recado negro, el resultado es maravilloso.
Para seguir con la fiesta de sabores, compartimos un ceviche mixto ($225), que lleva callo de hacha, camarón, pulpo y pescado, leche de tigre y chile manzano rojo. Ligeramente picante, llevaba también granos de elote criollo, uniendo lo mejor de México y Perú en un plato.
Como fuerte, pedimos el wok tropical ($345). Con tiras de filete de res y camarón, pimiento rojo, piña, cebolla y quimbombó (planta africana), salteados en salsa de tamarindo y de soya, con plátanos fritos, resultó todo un deleite al paladar. Las tiras de carne, muy suaves y con un riquísimo sabor agridulce, nos fascinaron. El platillo se acompaña con arroz blanco, al que le pusimos un poquito de la...
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