Rebanadas / Combustible para el alma

AutorCony Delantal

Seguramente, como a muchos de ustedes, el caos vial que surgió por el desabasto de gasolina en nuestra Ciudad me alcanzó a mitad de semana, precisamente en la esquina de Masaryk y Anatole France.

Después de haber esperado más de 40 minutos en el auto, y ya con la certeza de que el tráfico no iba a menguar, decidí no hacer corajes, estacionarlo por ahí y resguardarme un buen rato en un restaurante.

Por fortuna no iba sola y mi querida prima coincidió en esa era, quizá, nuestra mejor opción. Caminamos un par de calles hasta que ella sugirió ir al restaurante Chapulín, que se encuentra dentro del Hotel Presidente Intercontinental.

Entrar a este encantador lugar que ha conquistado paladares con su propuesta de cocina mexicana nos dibujó una gran sonrisa de inmediato. Para olvidar por un rato todo el tema de si hay o no gasolina, pedimos su Lotería de cocteles, que enlista deliciosas opciones.

Yo ordené la catrina ($120), con tequila, pepino macerado y limón. Mi acompañante optó por el pepino ($175), que lleva mezcal, pepino, bitter de toronja, lima y albahaca.

Mientras probaba sus deliciosas tostadas con una salsa verde, descubrí que no me equivoqué con mi coctel. Es de lo más fresco y el toque de tequila es sutil, simplemente perfecto para abrir boca.

Un poco dulce resultó el de mi parienta, pero no por ello dejó de disfrutarlo. Éste es una muy buena opción para quienes prefieren mezcal, pero no se avientan a tomarlo derecho.

Más de una opción se nos antojó de entre las entradas. Al final, el ganón fue el tuétano con ceviche de almejas ($195).

Y créanme que no exagero cuando les digo que estaba delicioso. Se hornea con hierbas y se corona con un ceviche verde de almejas chocolata y chirla. Se acompaña con pequeñas rebanadas de pan crujiente y una ligeramente picante salsa de aguachile.

Mi prima se siguió con una crema de frijolón ($120) que, según me dijo, le pareció muy rica. Las leguminosas molidas, sazonadas con hierba de conejo y servidas con quesillo, cubos de aguacate y polvo de tortilla dan vida a esta rica sopa.

Yo me fui directo y sin escalas al plato fuerte y esta vez elegí las albóndigas de arrachera ($230), que se sirven con salsa de chile chipotle, un huevo de codorniz y arroz blanco.

La carta anticipa que llegarán a tu mesa tres albóndigas, pero el platillo es vasto. La salsa chipotle, un tanto picante, armoniza a la perfección con el arroz y la carne. Sin duda, una creación capaz de mejorar el día.

La lengua en almendrado ($270)...

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