Rebanadas / Delicias niponas al centro
| Autor | Cony Delantal |
Social House
Desde aquel día que cenamos en el City Bistro con nuestros compadres habíamos visto que en ese edificio de Juan Salvador Agraz, justo enfrente estaban próximos a inaugurar un nuevo restaurante que por lo que se veía lucía atractivo. Sabíamos que iban a servir cocina japonesa. Así que no le perdimos la pista y fuimos a visitarlos al número 97, teléfono 5292-9287.
Así que nuevamente los cuatro fuimos un viernes a cenar a este restaurante llamado Social House, y por lo que sé sus propietarios son los mismos del Zipango.
Todo está nuevecito, estábamos casi estrenando. Te recibe una hostess que nos acomodó en la zona de fumadores, es decir en la terraza; la verdad hubiera resultado agradable si hubiese sido verano pero con estas bajas temperaturas y en la noche, nos rehusamos a sentarnos ahí a pesar de que querer convencernos, argumentando que tienen calentadores.
Total que mientras nos buscaban una mesa en su interior y no en su terraza, que es la mitad del restaurante (aquí sí pensaron en los fumadores), nos instalaron en su lounge, que comprende la mitad del restaurante en su interior.
Apenas comenzamos con un aperitivo cuando ya nos ubicaron una mesa que cuenta con unos sillones con un asiento un poco largo; a los señores no les encantaron.
Nos empezaron a ofrecer de sus entradas. Pedimos de su apartado de pescado crudo el tataki de atún de $260 con ponzu, aceite de chile y ajonjolí, y echalote crujiente. Un buen comienzo que nos invitó a curiosear en su menú.
De este sashimi nos gustó particularmente que el chile viniera con tempura, dándole un toque especial.
Así que seguimos pidiendo al centro y elegimos una orden de ocho piezas de sus rollos, los tempura de camarón de $120, también muy buenos, aunque me quedo con el sashimi.
Ya encarrerados y compartiendo al centro, nos acordamos de los camarones roca del Nobu, tan ricos, y entonces pedimos el camarón roca en tempura de $190 con ponzu, echalote y chile serrano; la verdad nada que ver con los del Nobu, no llegan a estar crocantes.
Después de tanta compartida y "jiji y jaja", decidimos pedir cada quien su plato principal; mi comadre una pechuga de pollo con salsa teriyaki de $190, y por lo que nos alcanzó a decir muy buena aunque en realidad no opinó tanto de su platillo porque más bien se concentró en platicarnos sus vacaciones y andanzas navideñas.
Mi compadre, en cambio, acertó eligiendo el salmón glaseado de $300, preparado con agave y soya, raíz de apio y mango, la verdad...
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