Rebanadas / Escapada a Japón

AutorCony Delantal

Hace muchos años una de mis sobrinas juraba que jamás iba a casarse o a tener hijos, pero el año pasado se enamoró y no sólo se aventó dos embarazos seguiditos, sino que también adoptó a las dos hijas más grandes de su ahora esposo.

En menos de dos años formó una de las llamadas 'familias ensambladas' y su casa, donde antes reinaba una envidiable paz, ahora es una auténtica locura.

Como la semana pasada sus suegros iban a cuidar a los críos, aprovechamos la oportunidad para disfrutar una comida entre adultas, es decir, en calma.

Elegimos Deigo, ese restaurante japonés de barrio que se encuentra en la Del Valle y que teníamos años de no visitar.

El lugar parece suspendido en el tiempo pues conserva su característico encanto con un toque acogedor. La carta, que es una locura por la cantidad de platillos que alberga, se antoja apenas al hojearla.

Abrimos boca con un sashimi de salmón de Canadá ($380). Mientras disfrutábamos las finas láminas de este codiciado pescado, fuimos poniéndonos cómodas y adentrándonos en una exquisita plática.

De sus rollos elegimos el de Unagi ($330), que es un bloque de arroz prensado en molde de madera y lleva encima anguila de río. Su ligero dulzor nos conquistó de inmediato, pero como la presentación es discreta e íbamos hambrientas, ordenamos también el buta shogayaki tei ($375), una opción tradicional perfecta para compartir pues incluye un platillo central, arroz blanco, sopa miso, sashimi mixto y una guarnición de verduras; como un menú ejecutivo.

Como proteína principal elegimos la carne de cerdo con un toque de jengibre, que acompañamos con el arroz al vapor y una fresca ensalada con tomates cherry y cebolla caramelizada.

En un pequeño plato nos llevaron también el sashimi que corresponde a este menú, y consta de rebanadas de atún y salmón. Debo decir que mi sobrina disfrutó cada bocado, ya que durante los embarazos no comió ningún alimento crudo.

Satisfecha, pero con un poco de gula, se aventuró a ordenar un rollo más, el spicy tuna ($220), que se prepara con arroz, aguacate, atún. El toque picante que le da un extraordinario sabor.

No sé por qué visitamos tan poco este restaurante si su cocina sigue siendo cumplidora y su menú tiene platillos para agasajar a más de uno. No cabe duda que el restaurante ha sabido conservar su sazón y, con ello, a sus comensales.

Por la noche le conté a mi marido y se quedó con antojo de algo japonés. Yo recordé que me habían invitado a un Omakase ($1'250) que correría a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR