Rebanadas / Como extranjero en mi tierra
| Autor | Cony de Lantal |
Tenía ya mucho tiempo de no visitar un restaurancito japonés de nombre Deigo, que se caracteriza por tener una comida muy original de aquel lejano país.
Desde la llegada te reciben amablemente una hostess oriunda de esa nación; y de inmediato nos percatamos mi marido y yo que eran puros comensales japoneses.
Lo único que nos permitía recordar que estábamos en México eran las meseras, quienes gracias a Dios conocen la carta y la comida tan bien, que vale la pena preguntarles por lo mejor, según el antojo en turno.
Música, ambiente, comida y comensales le dan ese toque que te hace sentir como extranjero en tu propia tierra.
Después de limpiarnos las manos con las tradicionales toallitas húmedas y calientes que te ofrecen en este tipo de restaurantes, nos dispusimos a hojear la carta.
De aperitivo pedimos un sake de 75 pesos, cada uno, que para nuestra sorpresa te traen en unos cubitos de madera del que se trasmina algo de la bebida sobre un platito y debes revertirlo en el recipiente para seguir tomándolo, según nos explicaba amablemente la mesera.
Se puede paladear con un poquito de sal sobre el borde del recipiente como si lo escarcharas levemente.
Lo interesante del lugar, aparte de su ambiente, es que te ofrecen comidas completas como menús caseros japoneses, aparte de lo ya conocido y que no usan ingredientes occidentales o esstadounidenses como queso de filadelfia en sus rollos, todo muy original.
Yo escogí los menrui, que son platillos elaborados a base de tallarines en grueso o de trigo según prefieras, en este caso los pedí al currynamban (al curry) y que como comida incluyen un futomaki, rollo de sushi y unos inari, que son bolsas de arroz dulce, todo por 127 pesos.
Es una comida muy rica, los tallarines están bien preparados con trozos de pollo y sazonados con su curry. El rollo y las bolsitas de arroz complementan y combinan con el sabor fuerte de los tallarines.
Mi marido por su cuenta pidió una teisyoku, que se entiende como una comida completa y auténtica del Japón contemporáneo.
Incluye la típica misoshiru o sopa de soya con tofu (queso de soya), wacame (alga marina deshidratada) y negi (cebolla de cambray).
Una ensalada de verduras, un sashimi de robalo, salmón y atún, los tres muy frescos en una porción pequeña pero suficiente para continuar con el plato fuerte que puedes escoger de entre una cantidad tan variada de platillos preparados con mariscos, pollo o carne. De ésta mi marido escogió el sukiyaki, especial de la casa...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba